El expresidente Donald Trump anunció la suspensión temporal de los aranceles recíprocos que Estados Unidos había impuesto esta semana a decenas de países, argumentando que varias naciones se han acercado para negociar nuevos acuerdos comerciales.
El anuncio representa un alivio para los mercados internacionales y para muchos aliados de Estados Unidos, que habían expresado preocupación ante el impacto económico que podrían generar las medidas. Economistas advirtieron que los aranceles propuestos podrían provocar una recesión global severa, mientras que algunos inversionistas llegaron a calificar el escenario como un posible “invierno nuclear económico”.
La pausa es de 90 días en los nuevos aranceles pero no pausaría los que fueron impuestos a China, intensificando así el enfrentamiento comercial con Pekín. Las acciones en EE.UU. fueron volátiles y luego se dispararon al alza tras el anuncio de la pausa.
Pekín respondió con aranceles de represalia contra EE.UU. La Unión Europea también respaldó sus primeras contramedidas frente a los aranceles del 25% que EE.UU. impuso a sus exportaciones de acero y aluminio.
Aunque por ahora la suspensión detiene la implementación de los aranceles más agresivos, la posibilidad de que se reactiven sigue latente si no se concretan acuerdos comerciales favorables para EE.UU., según declaraciones recientes del equipo de Trump.
La pausa brinda tiempo para negociaciones, pero no elimina la incertidumbre sobre la política comercial que podría tomar fuerza en una eventual nueva administración liderada por Trump.
