Olympia, WA – El fenómeno climático conocido como La Niña ha entrado oficialmente en acción, marcando el inicio de un invierno que promete ser frío y húmedo en el estado de Washington. Este evento global, caracterizado por temperaturas oceánicas más bajas en el Pacífico ecuatorial, está configurando un panorama invernal desafiante, con nevadas importantes en las montañas y condiciones climáticas extremas que podrían extenderse durante toda la temporada.
Efectos en Washington
A nuestro estado, La Niña trae un incremento en las precipitaciones y nevadas, especialmente en las áreas montañosas. Las estaciones de esquí han recibido notables acumulaciones de nieve, aunque la profundidad en algunas zonas aún está por debajo de lo esperado. Según mediciones recientes de SNOTEL, lugares como Cougar Mountain y Mount Gardener reportan niveles de nieve equivalentes a apenas el 20% o 30% de lo habitual, mientras que otras regiones muestran acumulaciones más cercanas al promedio.
Este patrón climático también influye en las corrientes atmosféricas de rápido movimiento, conocidas como corrientes en chorro, que están desviando tormentas hacia la región, aumentando la probabilidad de sistemas climáticos intensos. Para los residentes y visitantes de Washington, estas condiciones representan un escenario mixto: beneficios para los deportes de invierno y el almacenamiento de agua, pero también riesgos asociados a la nieve y las bajas temperaturas en carreteras y comunidades montañosas.
Secuelas particulares en nuestra región
A diferencia del sur de California, donde La Niña exacerba la sequía y reduce las precipitaciones, el estado de Washington experimenta el efecto contrario. Sin embargo, la distribución desigual de la nieve en las montañas pone de manifiesto la complejidad de este fenómeno. Los expertos señalan que, a pesar de las intensas nevadas, el monitoreo constante será clave para comprender cómo se desarrollará la temporada.
Michelle L’Heureux, especialista en patrones climáticos de NOAA, destacó recientemente que el inicio tardío de La Niña es inusual y podría estar influido por el calentamiento de los océanos a nivel mundial. Este fenómeno, además de sus efectos en Washington, plantea preguntas cruciales para los climatólogos que buscan comprender su impacto a largo plazo en diferentes regiones del planeta.
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