Unión Europea – El lunes 22 de julio, se registró como el día más caluroso de la historia a nivel mundial, batiendo un récord establecido el día anterior, según informó el miércoles 24 de julio, el servicio europeo de cambio climático.
Los datos satelitales provisionales publicados por Copernicus el miércoles mostraron que el lunes rompió el récord del día anterior en 0,06 grados Celsius (0,1 grados Fahrenheit).
Los científicos del clima afirman que el mundo es ahora tan cálido como hace 125.000 años debido al cambio climático provocado por el hombre. Si bien no se puede asegurar que el lunes haya sido el día más caluroso de todo ese período, las temperaturas promedio no habían sido tan altas desde mucho antes de que los humanos desarrollaran la agricultura. Este aumento de temperatura está en línea con las proyecciones de los científicos, quienes advirtieron que seguir quemando combustibles fósiles a un ritmo creciente llevaría a estos resultados.
El lunes, la temperatura media global fue de 17,15 grados Celsius (62,87 grados Fahrenheit), según datos preliminares de Copernicus. El récord anterior se había establecido apenas un año antes. Anteriormente, el día más caluroso registrado fue en 2016, con temperaturas medias de 16,8 grados Celsius (62,24 grados Fahrenheit). Este año, un invierno antártico más cálido de lo habitual contribuyó a alcanzar este nuevo hito.
Los registros de Copernicus se remontan a 1940, pero otras mediciones globales de Estados Unidos y Reino Unido se remontan incluso más atrás, hasta 1880. Basándose en estos datos junto con análisis de anillos de árboles y núcleos de hielo, los científicos creen que las temperaturas récord del año pasado fueron las más altas en aproximadamente 120.000 años. Los primeros seis meses de 2024 ya han superado estas cifras.
Los científicos afirman que, sin el cambio climático provocado por el hombre, los récords de temperaturas extremas no se batirían con tanta frecuencia. La ex jefa de negociaciones climáticas de la ONU, Christiana Figueres, advirtió que «todos nos quemaremos y freiremos» si el mundo no cambia de rumbo inmediatamente, enfatizando la necesidad de políticas nacionales específicas para permitir esta transformación.
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