Ciudad de México – Buscando a toda costa evitar una escalada diplomática, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció el viernes 11 de abril, el envío inmediato de agua hacia el estado de Texas, en cumplimiento del tratado internacional que regula el uso compartido de recursos hídricos en la frontera. La medida se da tras la advertencia del presidente Donald Trump, quien amenazó con sanciones si México no entrega los volúmenes de agua requeridos por Texas.
Sheinbaum explicó que el recurso provendrá del cauce del río Bravo, aunque no especificó cifras ni fechas exactas. Justificó el retraso en las entregas por la intensa sequía que afecta a la región desde hace varios años, lo que ha complicado la disponibilidad del líquido. Aun así, aseguró que ya se enviaron propuestas técnicas a Estados Unidos para cumplir con lo establecido en el tratado, incluso de manera escalonada.
Las tensiones se intensificaron luego de que el gobierno de EE.UU. acusara a México de mantener una deuda significativa en el suministro de agua, señalando que el incumplimiento había generado afectaciones directas a los agricultores texanos. Trump sostuvo que la falta de agua llevó al cierre de industrias agrícolas, y calificó la situación como una violación al pacto firmado en 1944.
México, por su parte, ha conformado un grupo de alto nivel encabezado por las secretarías de Relaciones Exteriores, Agricultura y Medio Ambiente, para mantener comunicación directa con funcionarios estadounidenses. Sheinbaum también recordó que existen compromisos pendientes del otro lado, como la ampliación de plantas de tratamiento en California, cuya falta de avance ha afectado la cooperación bilateral en materia hídrica.
Pese a las presiones, la mandataria mexicana descartó la necesidad de renegociar el tratado. Afirmó que su gobierno apuesta por una solución equilibrada y técnica, y que espera alcanzar un acuerdo que satisfaga a ambas naciones. “Estoy convencida de que en los próximos días podremos resolver este tema de forma razonable y sin mayores conflictos”, expresó.
Todo indica que la mandataria mexicana está haciendo hasta lo imposible por satisfacer las demandas de Trump, en aparentes conversaciones bilaterales.
