Yakima, WA – Los comisionados del condado de Yakima están considerando prolongar por otros seis meses una moratoria que limita la construcción de proyectos solares de gran escala. La restricción, inicialmente implementada en julio de 2022, responde a preocupaciones sobre la protección de tierras agrícolas, la vida silvestre y los desafíos en la seguridad contra incendios. Una audiencia pública sobre el tema se realizará el 28 de enero a las 10 am en el Palacio de Justicia del condado de forma virtual.
A pesar de la moratoria, las empresas interesadas en desarrollar energía solar tienen la opción de seguir un proceso de aprobación estatal. Esta dualidad ha permitido que algunos proyectos avancen, como el parque solar Black Rock, aprobado por el condado, mientras que otros, como Goose Prairie y High Top, optaron por tramitar permisos a nivel estatal. Entre tanto, el condado estudia posibles cambios en sus normativas, incluyendo el uso combinado de terrenos para energía solar y actividades agrícolas, conocido como agrovoltaica.
La medida ha generado tensiones entre el condado y el gobierno estatal
El gobernador Jay Inslee ha cuestionado la moratoria, argumentando que obstaculiza el desarrollo de energías limpias que generan ingresos para los agricultores y empleos locales. Por su parte, los comisionados del condado aseguran que están trabajando en regulaciones que permitan el desarrollo energético sin comprometer la producción agrícola.
Un estado dividido
El debate no solo refleja una disputa local, sino que también forma parte de un desafío más amplio a nivel estatal. Mientras líderes en al occidente del estado impulsan proyectos renovables, los del este, incluyendo Yakima, expresan reservas sobre su impacto. Las necesidades energéticas, impulsadas por la adopción de vehículos eléctricos y el crecimiento de centros de datos, aumentan la presión para encontrar soluciones viables que equilibren sostenibilidad y desarrollo.
Con la mirada puesta en el futuro, Yakima busca encontrar un punto medio entre la preservación de su carácter agrícola y la adopción de tecnologías renovables. Mientras tanto, el condado se mantiene en el centro de un debate clave sobre el balance entre energía limpia, economía local y protección ambiental.
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