Líbano – El martes 17 de septiembre, al menos doce personas perdieron la vida y cerca de 3.000 resultaron heridas cuando varios buscapersonas utilizados por miembros de Hezbolá, incluidos combatientes y médicos, explotaron simultáneamente en diversas partes del Líbano. Según medios locales, las detonaciones comenzaron en los suburbios del sur de Beirut, en la zona de Dahiyeh, y en el valle de Bekaa, bastiones del grupo militante Hezbolá.
Testigos informaron que las explosiones comenzaron alrededor de las 3:00 p.m. y continuaron por una hora, siendo audibles aún a las 4:30 p.m. en algunas zonas. Fuentes de seguridad, que prefirieron el anonimato, señalaron que las detonaciones ocurrieron cuando los combatientes revisaban los buscapersonas tras recibir alertas en ellos. Imágenes y videos de la escena muestran que las explosiones afectaron principalmente a quienes portaban los dispositivos, dejando a muchos heridos con lesiones graves en la cara y extremidades.
Medios internacionales sugieren que la agencia israelí Mossad pudo haber infiltrado la cadena de suministro de los buscapersonas, colocando pequeñas cantidades de explosivos en los dispositivos adquiridos por Hezbolá a través de la empresa taiwanesa Gold Apollo. Sin embargo, Hezbolá no ha confirmado la marca de los dispositivos utilizados, mientras que el fundador de Gold Apollo negó que su empresa haya fabricado los buscapersonas en cuestión.
Las autoridades libanesas, por su parte, han calificado las explosiones como un «ciberataque israelí», mientras que el ejército israelí y el departamento de Estado de Estados Unidos han evitado realizar comentarios sobre lo ocurrido. Diversos expertos, como el académico Paul Christensen, han puesto en duda que las explosiones fueran causadas por fallas en las baterías de los buscapersonas, sugiriendo en cambio que podrían tratarse de actos intencionados.
El incidente ha incrementado las tensiones entre Israel y Hezbolá, aunque analistas consideran que, pese a los intercambios de disparos entre ambos bandos desde 2023, es improbable que se desencadene un conflicto armado de gran escala en el corto plazo. Sin embargo, la situación sigue siendo monitoreada de cerca por la comunidad internacional.
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