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Investigación revela 973 muertes de niños nativos americanos en internados de Estados Unidos 

Washington D.C. – Al menos 973 niños nativos americanos murieron en el abusivo sistema de internados escolares del gobierno de Estados Unidos, según una investigación publicada el martes 30 de juolio, por funcionarios que instan al gobierno a disculparse por estos internados.

La investigación, encargada por la secretaria del Interior, Deb Haaland, encontró tumbas marcadas y sin marcar en 65 de los más de 400 internados estadounidenses establecidos para asimilar por la fuerza a los niños nativos americanos a la sociedad blanca. Las causas de muerte incluyeron enfermedades, accidentes y abusos durante un período de 150 años que terminó en 1969. 

Los hallazgos surgen de una serie de sesiones de escucha realizadas en todo Estados Unidos durante los últimos dos años, donde docenas de exalumnos relataron el trato duro y degradante que soportaron mientras estaban separados de sus familias. «El gobierno federal, facilitado por el departamento que dirijo, tomó medidas deliberadas y estratégicas a través de políticas federales sobre internados indígenas para aislar a los niños de sus familias, negarles sus identidades y robarles los idiomas, las culturas y las conexiones que son fundamentales para los pueblos indígenas», dijo Haaland, miembro de la tribu Laguna Pueblo en Nuevo México y la primera secretaria del gabinete indígena estadounidense del país. 

En un informe inicial publicado en 2022, las autoridades estimaron que más de 500 niños murieron en las escuelas. El gobierno federal aprobó leyes y políticas en 1819 para apoyar a las escuelas, las últimas de las cuales seguían funcionando en la década de 1960. Las escuelas dieron a los niños nativos americanos nombres en inglés, los sometieron a ejercicios militares y los obligaron a realizar trabajos manuales, como cultivar el campo, fabricar ladrillos y trabajar en el ferrocarril. Los exalumnos compartieron recuerdos entre lágrimas de sus experiencias durante las sesiones de escucha en Oklahoma, Dakota del Sur, Michigan, Arizona, Alaska y otros estados. 

Los exalumnos hablaron de cómo los castigaban por hablar su lengua materna, los encerraban en sótanos y les cortaban el pelo para borrar su identidad. A veces los sometían a confinamiento solitario, palizas y privación de alimentos. Muchos abandonaban las escuelas con solo habilidades vocacionales básicas que les ofrecían pocas perspectivas laborales. Donovan Archambault, de la reserva india de Fort Belknap en Montana, recordó cómo lo maltrataron, lo obligaron a cortarse el pelo y le impidieron hablar su lengua materna. Archambault expresó la necesidad de una disculpa y una mayor educación sobre lo sucedido. 

El nuevo informe no especifica quién debería emitir la disculpa en nombre del gobierno federal, pero sí recomienda que se haga a través de «medios y funcionarios apropiados» y que esté acompañada de políticas audaces y viables. Los funcionarios del departamento del interior también recomendaron que el gobierno invierta en programas para ayudar a las comunidades indígenas estadounidenses a recuperarse de los traumas causados por los internados, incluyendo fondos para educación, prevención de la violencia y revitalización de lenguas indígenas. La legislación pendiente ante el Congreso establecería una “Comisión de la Verdad y la Sanación” para documentar y reconocer las injusticias pasadas relacionadas con los internados. 

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