Durkee, OR – El mayor incendio forestal activo en Estados Unidos, el incendio de Durkee en el este de Oregón, ha quemado casi 270,000 acres desde su inicio el 17 de julio. Este incendio, junto con otros casi 80 grandes incendios forestales activos en el país, incluyendo uno en California que creció significativamente durante la noche del miércoles 24 de julio, ha causado grandes preocupaciones.
Según los últimos informes, el incendio de Durkee no está contenido en absoluto y sigue creciendo debido a las altas temperaturas, la vegetación seca y los fuertes vientos.
El incendio de Durkee ha afectado gravemente a las comunidades cercanas, resultando en tres personas heridas y la destrucción de dos casas y otras 12 estructuras, según el Departamento de Gestión de Emergencias de Oregón. Las autoridades han emitido órdenes de evacuación para algunos residentes, y la gobernadora de Oregón, Tina Kotek, ha desplegado recursos de la Guardia Nacional para asistir en la emergencia. Algunas comunidades se han quedado sin electricidad debido a la propagación del fuego.
En California, el incendio Park en el condado de Butte ha crecido a 45,549 acres, multiplicándose por siete en apenas cuatro horas durante la noche. Este incendio está contenido en un 3% y ha obligado a evacuaciones obligatorias en la región. Los incendios forestales en Oregón y California han generado denso humo, afectando la calidad del aire en varios estados, incluyendo Colorado, Idaho, Oregón y Washington.
Además de los incendios en Estados Unidos, dos incendios en Canadá están amenazando el parque nacional más grande del país y han forzado evacuaciones en la ciudad de Jasper, en Alberta. Las pérdidas en la región han sido significativas, según las autoridades locales.
La situación en Oregón ha sido descrita como dinámica, con incendios que se han extendido rápidamente debido a los fuertes vientos erráticos y la falta de lluvia. Más de 500 bomberos y recursos de 22 estados están trabajando para combatir el incendio de Durkee, que ha mostrado un comportamiento de fuego extremo, incluso creando su propio clima en forma de nubes pirocúmulos, que pueden generar tormentas eléctricas y lluvia.
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