
En su mensaje de Navidad Urbi et Orbi, el Papa Leo XIV centró parte de su reflexión en América Latina y en la realidad de los pobres y excluidos. Subrayó que la paz auténtica no puede construirse sin justicia social, responsabilidad política y una atención concreta a quienes viven en situación de mayor vulnerabilidad.
Qué es el Urbi et Orbi
El Urbi et Orbi es una bendición y mensaje solemne del Papa dirigido “a la ciudad y al mundo” —del latín Urbi et Orbi— que se proclama en ocasiones especiales como Navidad y Pascua. Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el Papa Leo XIV se dirige no solo a los fieles católicos, sino a toda la humanidad. En su mensaje, aborda temas globales como la paz, los conflictos armados, la justicia social, la pobreza y la dignidad humana. Este mensaje tiene un fuerte peso moral y simbólico, ya que tradicionalmente refleja la postura del Vaticano frente a los principales desafíos del mundo contemporáneo.

América Latina y la responsabilidad de quienes gobiernan
El Papa dirigió un mensaje directo a quienes ejercen responsabilidades políticas en América Latina, exhortándolos a priorizar el diálogo por el bien común. Además, les pidió dejar de lado las divisiones ideológicas y partidistas. Señaló que la confrontación constante debilita a las sociedades y termina afectando de manera desproporcionada a los sectores más pobres.
En su reflexión, insistió en que la paz no es solo la ausencia de violencia. También, es el resultado de decisiones políticas orientadas a la justicia, la inclusión y la dignidad humana, especialmente en regiones marcadas por desigualdad, pobreza estructural y exclusión social.
Los pobres en el centro del mensaje navideño
Al profundizar en el significado de la Navidad, el Papa recordó que Jesús nació en la pobreza y el rechazo, identificándose desde su origen con quienes no cuentan, con quienes son descartados por la sociedad. Esta realidad, afirmó, no es un detalle simbólico, sino el corazón del mensaje cristiano.

El pontífice destacó que Cristo eligió compartir la fragilidad humana y hacerse cercano a los pobres, marginados y olvidados. Recordó que la fe no puede separarse del compromiso con quienes sufren hambre, falta de oportunidades y exclusión.
Paz, justicia social y responsabilidad humana
En un mundo marcado por conflictos armados e injusticias, el Papa afirmó que la paz es un don de Dios. Sin embargo, también es una tarea que exige responsabilidad humana. Citando a San Agustín, recordó que Dios no salva a la humanidad sin su participación activa. Subrayó que la indiferencia frente al sufrimiento ajeno es incompatible con la construcción de la paz.

Este llamado adquiere un significado especial para regiones como América Latina, donde millones de personas enfrentan pobreza, desempleo y falta de acceso a servicios básicos. Para el Papa, no puede haber paz duradera sin un compromiso real para transformar estas condiciones.
Cristo, esperanza para los excluidos
El Papa señaló que Cristo es paz porque libera a la humanidad del pecado. Además, muestra el camino para superar los conflictos, tanto personales como sociales. Sin reconciliación y sin corazones capaces de perdonar, advirtió, no es posible formar hombres y mujeres comprometidos con la paz.
En este sentido, recordó que Jesús se identifica hoy con los refugiados y migrantes, los trabajadores explotados, los desempleados, los prisioneros y todas las personas que viven en condiciones inhumanas. Frente a esta realidad, pidió no caer en la indiferencia y reafirmó que Dios no es ajeno al dolor de los pobres.

Una puerta siempre abierta para los que sufren
Al acercarse el cierre del Año Jubilar, el Papa ofreció un mensaje de esperanza. Afirmó que Cristo permanece siempre presente, especialmente junto a quienes más lo necesitan. Lo describió como “la Puerta que siempre está abierta”, que no condena, sino que acoge y salva.
Qué pidió el Papa para América Latina en el Urbi et Orbi
El Papa pidió que quienes tienen responsabilidades políticas en América Latina prioricen el diálogo por el bien común. Además, solicitó dejar de lado divisiones ideológicas o partidistas que dificultan la convivencia y la paz social.
Qué relación estableció el Papa entre la Navidad y los pobres
Recordó que Jesús nació en pobreza y rechazo, señalando que ese hecho expresa una identificación directa con los pobres y excluidos. También, afirmó que la paz verdadera exige responsabilidad humana y atención concreta a quienes viven en condiciones de injusticia.
Qué dijo el Papa sobre los migrantes y refugiados
El pontífice afirmó que Cristo se identifica hoy con los migrantes y refugiados. Además, advirtió contra la indiferencia frente a su sufrimiento. Subrayó que no puede haber paz sin una mirada humana y solidaria hacia quienes se ven forzados a migrar.
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