Este año, Immigration and Customs Enforcement (ICE) ha enviado a unos 600 niños inmigrantes a albergues federales, una cifra nunca antes vista. Muchos de esos menores fueron separados de familiares tras paradas de tránsito, redadas o requerimientos migratorios rutinarios.
Testimonio de una familia atrapada en el sistema
De acuerdo con un artículo de la sala de prensa independiente Pro Publica, Imelda Carreto planeaba trabajar recogiendo chatarra para ayudar a su familia. Su sobrino de 15 años, Carlos, viajaba con su pareja, quien no tenía estatus legal. Una parada por tener quebrado el parabrisas bastó para que ambos fueran detenidos. Para sorpresa de Carreto, también arrestaron al adolescente, aunque llevaba años viviendo en Estados Unidos y su tutela legal correspondía a ella.
Resurgen las separaciones familiares dentro del país
Al momento del arresto, no pudo presentar la documentación que acreditaba su tutela, lo que bastó para que los agentes del ICE llevaran al joven a un albergue. Un simple desperfecto vehicular se convirtió en otra separación familiar.
Aunque la política de “tolerancia cero” en la frontera fue clausurada tras protestas años atrás, las separaciones ahora ocurren en cualquier lugar del país. Los menores, muchos con residencia temporal o estatus migratorio en trámite, terminan en el sistema de albergues federales administrados por Office of Refugee Resettlement (ORR).
Motivos habituales para enviar menores a albergues
- Arraigos tras detenciones de adultos.
- Comparecencias en cortes migratorias.
- Controles de tránsito o redadas en negocios o residencias.
Pro Publica indica en su artículo que, un análisis de decenas de casos demuestra que muchos menores terminan en custodia aun sin cargos graves ni antecedentes penales, tras encuentros fortuitos con autoridades.
Impacto en la red de albergues federales
La red de aproximadamente 170 refugios y centros de acogida para menores no acompañados hoy recibe un flujo sin precedentes, lo que genera una crisis en capacidad de alojamiento.
Organizaciones de defensa advierten que esta sobrecarga pone en riesgo la protección, el bienestar y los derechos de los niños. Muchos de ellos pasan meses lejos de sus familias, sin certezas sobre su caso migratorio.
Cambios en los criterios de patrocinio y retención
Bajo la actual administración, se han endurecido los requisitos para que los menores sean entregados a familiares o tutores. Las familias deben presentar documentación estricta, pruebas de antecedentes y, en muchos casos, pruebas biométricas. Estos cambios han alargado el tiempo de detención y dificultan la reunificación.
Como consecuencia, incluso niños con residencia legal o en espera de regularización migratoria han permanecido en albergues tras arrestos de sus familiares.
Preocupaciones de abogados y defensores de derechos
Según Pro Publica, defensores y organizaciones que brindan apoyo legal advierten que este patrón genera un trauma profundo en los menores. Muchos son adolescentes con vida estable en EE. UU., escolarizados y con redes sociales, que ahora enfrentan detención prolongada, separación familiar, interrupción en la educación y pérdida de redes de apoyo.
Algunos especialistas consideran que estas detenciones masivas y remisiones indiscriminadas constituyen una forma de presión sobre comunidades migrantes. Buscan desalentar solicitudes de regularización y enviar un mensaje disuasorio a potenciales nuevos inmigrantes.
Significado político y humanitario del fenómeno
El aumento de los niños migrantes detenidos por ICE visibiliza cómo las políticas migratorias actuales trascienden la frontera. Muchas de las separaciones ocurren lejos del cruce fronterizo, dentro de ciudades y pueblos de Estados Unidos. El sistema ha cambiado pues los controles y arrestos pueden producirse en cualquier lugar.
Este contexto suscita cuestionamientos sobre derechos humanos, un proceso legal adecuado, protección de menores y responsabilidad del gobierno en materia de migración y refugio. Organismos internacionales y defensores exigen transparencia, garantías y protección especial para los menores.
El papel de la ORR en la custodia de menores
La ORR — agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) — es responsable del cuidado, alojamiento y eventual reunificación de los menores trasladados a refugios.
Recientemente, se han reportado largas estadías en sus instalaciones, lo que genera preocupación entre organizaciones que alertan sobre abandono del debido proceso y riesgo psicosocial para los niños.
¿Qué implica que un niño sea “detenido por ICE”?
Las autoridades remiten a menores a custodia federal tras detenciones relacionada con inmigración —ya sea por redadas, controles de tránsito o arrestos a familiares— y lo mantienen en albergues bajo la supervisión del gobierno.
¿Cómo funciona el sistema de albergues para menores no acompañados en EE. UU.?
El Office of Refugee Resettlement (ORR) gestiona una red de refugios temporales. Allí los niños reciben atención básica, mientras se evalúa su situación migratoria o se busca un patrocinador responsable. Este sistema estaba diseñado para acogida tras cruces fronterizos, pero ahora se utiliza también tras detenciones internas.
¿Qué riesgos enfrentan los niños durante su detenimiento?
Separación familiar, interrupción de su educación, incertidumbre sobre su futuro, estrés emocional y obstáculos para reunificación efectiva con parientes o patrocinadores. En algunos casos, la estancia puede prolongarse por varios meses.
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