La postura del jefe de policía ante la política migratoria federal
El jefe de policía de Seattle, Shon Barnes, ha declarado públicamente su disposición a ser encarcelado por el gobierno federal. Esta afirmación surgió durante su proceso de confirmación ante el ayuntamiento de Seattle. Fue en respuesta a una pregunta sobre la acción federal en Los Ángeles. Barnes expresó su compromiso de proteger a todos los residentes de Seattle, sin importar su estatus migratorio. Incluso si esto implica enfrentar consecuencias directas de la administración del presidente Donald Trump.
La declaración de Barnes se enmarca en el contexto de la reciente intervención federal en Los Ángeles. En respuesta a protestas por redadas migratorias, el presidente Donald Trump envió tropas federales, incluyendo infantes de marina. Esto fue a pesar de las objeciones del gobernador Gavin Newsom. De acuerdo con The Seattle Times, el jefe Barnes hizo referencia al reciente arresto de una juez en Wisconsin. También al intercambio de palabras entre Trump y Newsom. Argumentó: «Haré todo lo posible para proteger a cualquier persona en Seattle de cualquiera que venga a esta ciudad con la intención de perjudicarla. Además, defenderé sus derechos de la Primera Enmienda». Añadió que, en algún momento, probablemente irá a la cárcel debido a las amenazas de la administración de encarcelar a funcionarios. Su firme postura destaca la tensión entre las políticas locales y federales en materia de inmigración.
Shon Barnes: prioridades y desafíos en Seattle
Shon Barnes llegó a Seattle a principios de este año, designado por el alcalde Bruce Harrell. Lleva más de tres meses en el cargo. Aunque aún no ha sido confirmado por el Ayuntamiento. Su proceso de confirmación, iniciado con la reunión del Comité de Seguridad Pública, podría finalizar la próxima semana. Esto lo convertiría en el jefe permanente del Departamento de Policía de Seattle. Como exprofesor y oficial de policía escolar, las principales órdenes de Barnes son acabar con la violencia armada. También aumentar los efectivos del departamento mediante el reclutamiento y la retención.
Al mismo tiempo, su departamento se encuentra en el centro de las guerras culturales del país. Debe lidiar con cuestiones amplias en torno a la inmigración y la libertad de expresión. Un ejemplo reciente fue la manifestación de un grupo de cristianos evangélicos anti-LGBTQ+ en el Parque Cal Anderson, en el corazón del vecindario de Capitol Hill. Esta situación generó enfrentamientos con contramanifestantes y la policía. En una segunda manifestación cerca del ayuntamiento días después, el departamento instaló barricadas. Así separaron a los grupos, evitando conflictos directos. A pesar del desprecio de algunos funcionarios y progresistas de la ciudad por proteger a los conservadores, Barnes declaró el martes que el departamento debe mantenerse neutral, afirmando: «No estamos del lado de nadie más que de la Constitución».
Política Santuario y consecuencias federales
En materia de inmigración, Shon Barnes ha sido más claro. Se alinea con las políticas de Seattle y el estado de Washington. Estas prohíben la cooperación local con funcionarios federales de inmigración excepto en casos excepcionales. En una entrevista con periodistas del Seattle Times, Barnes afirmó que el departamento no pregunta ni preguntará a nadie sobre su estatus migratorio. No cooperará con los funcionarios de inmigración. «Si llega el día en que el gobierno federal me ordene cooperar o ayudar con eso, les diré cortésmente que no es algo que vamos a hacer», declaró. Añadió que «nuestra administración federal no define la justicia como la definimos en Seattle. Por eso tenemos un sistema de justicia dual en este país».
Washington, el condado King y Seattle han sido incluidos en una lista de la administración Trump de jurisdicciones «santuario» y podrían ser objetivo del gobierno federal. Seattle y el Condado King se han sumado a demandas contra la administración Trump debido a su acción dirigida hacia estas jurisdicciones. Barnes afirmó que el departamento ya perdió una subsidios federales para capacitación y asistencia técnica en la reducción de la delincuencia. Aunque no está claro si la pérdida se debió directamente a la condición de santuario de la ciudad o a recortes más amplios de la administración. A pesar de todo, Barnes concluyó: «No me quita el sueño».
¿Por qué el jefe de policía de Seattle espera ir a prisión?
El jefe de policía de Seattle, Shon Barnes, anticipa una posible encarcelación por parte del gobierno federal debido a su decisión de proteger los derechos de todos los residentes de la ciudad, incluidos inmigrantes con y sin documentos. Su postura entra en conflicto directo con las políticas de la administración Trump.
¿Cuál es la postura del Departamento de Policía de Seattle sobre la cooperación con funcionarios de inmigración?
El Departamento de Policía de Seattle no pregunta sobre el estatus migratorio de las personas. Tampoco coopera con los funcionarios federales de inmigración, salvo en casos excepcionales. Esta práctica está alineada con las políticas «santuario» de la ciudad y el estado.
¿Qué consecuencias ha tenido la postura de Seattle como ciudad «santuario»?
Como consecuencia de su estatus «santuario», Seattle y el condado King han perdido subsidios federales. Además, se han sumado a demandas contra la administración Trump por su acción dirigida hacia estas jurisdicciones.
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