Target, uno de los gigantes minoristas más relevantes de EE. UU., atraviesa un año complicado tras reducir sus políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) a petición de la administración Trump. El conflicto comenzó en enero, cuando la compañía decidió retirarse de la encuesta de la Campaña de Derechos Humanos, que monitorea políticas corporativas LGBTQ+.
Entre las decisiones más controvertidas está la suspensión de sus metas DEI y de iniciativas como Acción y Cambio de Equidad Racial. Estas estrategias incluían capacitación antirracista, el impulso de proveedores y empresas propiedad de personas de color, y la promoción de la equidad en el lugar de trabajo.
La reacción fue inmediata: surgieron boicots de consumidores molestos, lo que impactó directamente en el flujo de clientes a las tiendas. De acuerdo con datos de Placer.ai, la presencia de clientes comenzó a caer a partir del 27 de enero y continuó a la baja durante los dos meses siguientes.
Indicadores comerciales muestran tendencia negativa
En febrero, el tráfico peatonal en Target disminuyó un 9% interanual, mientras que en marzo se redujo un 6,5% respecto al mismo mes de 2024. El informe de resultados del primer trimestre de 2025 reveló una caída del 3,8% en ventas comparables, derivada de una disminución del 2,4% en el número de transacciones y un gasto promedio por cliente 1,4% menor.
Estas cifras reflejan el impacto directo de los boicots en el desempeño financiero de la compañía, que además enfrenta un nuevo desafío en su reputación corporativa.
Una nueva amenaza de boicot: The People’s Union USA
En medio de esta situación, Target ahora es blanco de un nuevo boicot impulsado por The People’s Union USA, organización que ya ha liderado protestas económicas contra Amazon, Walmart y General Mills.
El fundador del grupo, John Schwarz, anunció que el nuevo boicot a Target se realizará del 3 al 9 de junio. En un video difundido en Instagram, Schwarz criticó a la empresa por no responder adecuadamente al descontento popular. Instó a los consumidores a “comprar en cualquier otro lugar, incluso en empresas previamente boicoteadas como Walmart o Amazon”.
La agrupación afirma que su objetivo es “responsabilizar a las corporaciones” y “recuperar el poder del pueblo frente a empresas, multimillonarios y estructuras políticas explotadoras”.
Respuesta de la empresa ante la presión social
El CEO de Target, Brian Cornell, ha intentado mitigar las tensiones tras los recortes a las políticas DEI. En abril, sostuvo una reunión con el reverendo Al Sharpton, quien había amenazado con un boicot. Posteriormente, Sharpton calificó el diálogo como “sincero” y “constructivo”.
Además, en mayo, Cornell envió un correo interno a los empleados, reconociendo “meses difíciles” y admitiendo que la falta de comunicación generó incertidumbre. Subrayó que Target sigue comprometido con sus valores de “inclusión, conexión e impulso”, asegurando que estos “no están en debate”.
El CEO reafirmó que, pese al contexto social actual, la identidad y misión de la empresa permanecen firmes.
¿Qué medidas adoptó Target en enero de 2025?
Target decidió retirarse de la encuesta LGBTQ+ de la Campaña de Derechos Humanos y suspender sus metas DEI, afectando su imagen corporativa y relaciones con empleados y clientes.
¿Quién organiza el nuevo boicot contra Target?
El boicot del 3 al 9 de junio es organizado por The People’s Union USA, que previamente ha impulsado acciones similares contra Amazon, Walmart y General Mills.
¿Cuál fue la respuesta del CEO Brian Cornell?
Cornell se reunió con líderes sociales como Al Sharpton y envió un mensaje interno reafirmando el compromiso de Target con los valores de inclusión, aunque reconoció errores de comunicación.
Fuente: The Street.
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