Washington D.C. – Un giro significativo en el panorama político ha surgido con la propuesta del congresista republicano Andy Ogles, quien presentó el jueves 23 de enero, una resolución para enmendar la Constitución y permitir que el expresidente Donald Trump aspire a un tercer mandato en la Casa Blanca. Esta iniciativa, diseñada también para aplicarse a futuros presidentes, busca alterar las restricciones actuales impuestas por la Enmienda 22.
Ogles, representante de Tennessee, describió su propuesta como una respuesta a la necesidad de «restaurar la grandeza de Estados Unidos» y dar más tiempo a líderes como Trump para implementar su visión. En su declaración, destacó que Trump representa «una figura histórica única» y aseguró que su liderazgo es esencial para corregir lo que considera un «desastroso rumbo político». Sin embargo, la propuesta excluye explícitamente a expresidentes como Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton, quienes cumplieron dos mandatos consecutivos, impidiendo que puedan optar a un tercer período.
La resolución plantea una reforma que permitiría un máximo de tres mandatos presidenciales, siempre y cuando no sean consecutivos. Esta excepción favorecería particularmente a Trump, quien ocupa una posición histórica tras ser elegido para un segundo mandato no consecutivo, algo que no ocurría desde el mandato de Grover Cleveland en el siglo XIX. Según Ogles, el cambio aseguraría «liderazgo fuerte y continuo» en tiempos de desafíos para el país.
No obstante, el camino para aprobar esta enmienda está plagado de obstáculos. Para avanzar, la propuesta necesita obtener una mayoría de dos tercios en la Cámara de Representantes y el Senado, seguido de la ratificación de 38 estados. En un Congreso dividido y con una oposición demócrata que rechaza de manera rotunda la idea, las probabilidades de éxito son limitadas.
Este debate renueva la discusión sobre los límites al poder presidencial, establecidos con la Enmienda 22 en 1951, tras los históricos cuatro mandatos consecutivos de Franklin D. Roosevelt. En el estado de Washington, esta propuesta no solo genera reacciones sobre la extensión del liderazgo de Trump, sino también sobre cómo este tipo de reformas podría moldear el futuro del sistema democrático del país.
