Chicago, Il – Boeing y su sindicato más grande, la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM), reanudarán las negociaciones contractuales en presencia de mediadores federales el miércoles 18 de septiembre. Las conversaciones se han retomado después de que las partes no alcanzaran un acuerdo sobre temas críticos como salarios y pensiones. El sindicato, cuyos miembros se declararon en huelga el pasado viernes 13 de septiembre, ha estado presionando por un aumento salarial del 40% en un plazo de cuatro años, frente a la oferta de Boeing del 25%, que fue rechazada rotundamente.
La huelga ha generado preocupación entre los analistas, quienes advierten que una prolongación del conflicto podría costarle a Boeing varios miles de millones de dólares, lo que pondría en peligro su estabilidad financiera y su calificación crediticia. La paralización afecta principalmente la producción de los aviones 737 MAX, 777 y 767, lo que ha retrasado las entregas programadas a diversas aerolíneas.
Según declaraciones del sindicato, tras un día completo de mediación, no se alcanzaron avances significativos, lo que ha generado frustración entre los trabajadores. El sindicato acusa a Boeing de no estar preparado ni dispuesto a abordar los temas clave como salarios y pensiones, cuestiones que consideran esenciales para poner fin a la huelga. Más de 30.000 trabajadores de la fábrica están involucrados en el paro, el primero que enfrenta Boeing desde 2008.
La compañía ha respondido congelando las contrataciones y considerando la implementación de licencias temporales para reducir costos, dado que ya enfrenta una deuda de 60 mil millones de dólares. Además, Boeing ha suspendido la mayoría de los pedidos de piezas para sus programas de aviones, excepto el 787 Dreamliner, lo que también afectará a sus proveedores.
A medida que la huelga entra en su sexto día, la incertidumbre crece tanto para Boeing como para sus empleados. Las acciones de la compañía han caído un 40% en lo que va del año, reflejando la presión financiera que enfrenta la empresa en un año marcado por varios incidentes, incluida la reciente pérdida de un panel de puerta en un avión 737 MAX.
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