El verano en Estados Unidos ha traído consigo un notable aumento en los casos de COVID-19, según datos recientes y expertos en salud pública. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) reportan niveles «muy altos» o altos del virus en aguas residuales en casi todos los estados, lo que indica una circulación considerable en la comunidad. Este repunte estival, aunque menor que las olas invernales pasadas, es significativo en comparación con otros veranos, generando preocupación por la salud pública.
La importancia del monitoreo de aguas residuales y las nuevas variantes
El Dr. Ashish Jha, decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Brown y ex coordinador de respuesta al COVID-19 de la Casa Blanca, enfatizó la relevancia de los datos de aguas residuales para monitorear la situación actual, especialmente porque muchas personas ya no se someten a pruebas de detección. Jha explicó que, aunque la ola de verano de este año es de menor magnitud que las olas de invierno anteriores, su tamaño es notable en comparación con otras olas estivales, y se espera que pronto alcance su punto máximo para luego comenzar a descender.
La rápida evolución del COVID-19 sigue presentando desafíos, con la aparición de nuevas variantes cada tres o cuatro meses. Este verano, las variantes KP.3.1.1 y KP.3, ambas derivadas de la cepa Ómicron, son las predominantes en Estados Unidos. Según el Dr. Otto Yang, jefe asociado de enfermedades infecciosas de la UCLA, aunque estas variantes no parecen ser más letales, sí son más contagiosas, lo que podría traducirse en un incremento de casos graves y fallecimientos, manteniendo la alerta por el aumento en los casos de COVID-19.
Nuevas vacunas y la esperanza de una mejor protección
Para combatir estas nuevas variantes, se espera que una nueva vacuna, mejor adaptada a las cepas dominantes actuales, esté disponible en septiembre. Expertos como el Dr. Yang y el Dr. Jha coinciden en que esta nueva vacuna debería ofrecer una mejor protección contra la infección sintomática y, más importante aún, contra la enfermedad grave y la muerte. Jha recomienda a aquellos que no se han vacunado este año que esperen la llegada de la nueva vacuna para obtener la mejor protección posible, incentivando la vacunación COVID-19.
A pesar del actual aumento en los casos de COVID-19, hay un aspecto positivo. Según Jha, las muertes por COVID-19 en lo que va de 2024 han disminuido considerablemente en comparación con el año anterior, lo que refleja un progreso en la construcción de inmunidad colectiva. Aunque la situación sigue siendo motivo de preocupación, la reducción de hospitalizaciones y muertes en comparación con picos anteriores es una señal alentadora de que el impacto del virus está disminuyendo gradualmente, gracias en parte a la vacunación COVID-19 y la inmunidad adquirida. Para obtener información actualizada sobre el COVID-19, se puede consultar el sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
¿Qué indican los datos de aguas residuales sobre el aumento en los casos de COVID-19?
Los datos de aguas residuales de los CDC indican que casi todos los estados de EE. UU. tienen niveles altos o muy altos del virus, lo que refleja un considerable aumento en los casos de COVID-19 y su circulación en la comunidad.
¿Cuáles son las variantes de COVID-19 predominantes este verano?
Las variantes predominantes este verano son KP.3.1.1 y KP.3, ambas derivadas de la cepa Ómicron. Aunque más contagiosas, no parecen ser más letales.
¿Cuándo estará disponible la nueva vacuna de COVID-19 y qué protección ofrecerá?
Se espera que la nueva vacuna actualizada esté disponible en septiembre. Los expertos creen que ofrecerá una mejor protección contra la infección sintomática, la enfermedad grave y la muerte, siendo clave para la vacunación COVID-19.