Washington D.C. – Las contrataciones en Estados Unidos se desaceleraron drásticamente el mes pasado ante las altas tasas de interés, mientras los empleadores añadieron unos débiles 114.000 puestos de trabajo.
El informe del departamento de trabajo del viernes 2 de agosto mostró una caída de los 179.000 empleos creados en junio, cuando los analistas esperaban 175.000 empleos en julio. La tasa de desempleo subió al 4,3%.
La economía ha demostrado ser inesperadamente sólida frente a la campaña de la reserva federal para controlar la inflación con tasas de interés altas. La Fed elevó su tasa de referencia 11 veces en 2022 y 2023, llevándola a un máximo de 23 años. Sin embargo, los mayores costos de endeudamiento parecen estar pasando factura, con una notable disminución en la creación de empleos.
De enero a junio de este año, la economía ha generado un sólido promedio de 222.000 nuevos empleos al mes, por debajo del promedio de 251.000 del año pasado, los 377.000 de 2022 y un récord de 604.000 en 2021, cuando la economía se recuperó de los confinamientos por el COVID-19. Esta disminución en la creación de empleo ha aumentado la preocupación sobre el estado de la economía y su impacto en las próximas elecciones presidenciales de noviembre.
La tasa de desempleo ha aumentado durante los últimos tres meses, y muchos economistas creen que las crecientes tasas de desempleo actuales revelan una afluencia de nuevos trabajadores a la fuerza laboral estadounidense que a veces necesitan tiempo para encontrar trabajo, en lugar de un aumento preocupante en las pérdidas de empleos. Matthew Martin, economista de Oxford Economics, señaló que la demanda laboral se está desacelerando, pero las empresas no están despidiendo trabajadores en grandes cantidades, lo que reduce las probabilidades de un ciclo de retroalimentación negativa de aumento del desempleo.
Sin embargo, la regla Sahm, que históricamente ha señalado una economía en recesión, podría estar acercándose a activarse si el desempleo sigue aumentando. Claudia Sahm, economista que ideó esta regla, expresó que aunque una recesión no es inminente, la desaceleración de la contratación es preocupante. La Reserva Federal, en su última reunión, decidió no cambiar las tasas de interés, pero se espera que puedan realizar recortes en su próxima reunión en septiembre si los indicadores económicos siguen mostrando debilidad.
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