Washington D.C. – Las oportunidades laborales están disminuyendo lentamente en Estados Unidos y la contratación ha alcanzado su ritmo más lento en una década, excluyendo la caída durante la pandemia. Esto ha provocado que más trabajadores se aferren a sus empleos actuales.
La última encuesta de vacantes de empleo y rotación laboral de la oficina de estadísticas laborales, emitida el martes 30 de julio, mostró que el número de puestos vacantes disminuyó levemente en junio, la actividad de contratación se redujo y el número de personas que renunciaron a sus trabajos alcanzó un mínimo de tres años.
En junio, los empleadores publicaron un estimado de 8,18 millones de puestos vacantes, una cifra ligeramente inferior al recuento revisado al alza de 8,23 millones en mayo. Aunque esta cifra superó las expectativas de los economistas, es el segundo total mensual más bajo observado en lo que va del año. La tasa de contratación en junio fue una de las más débiles en años, con 5,34 millones de contrataciones estimadas, siendo la más baja desde abril de 2020, fuera de la pandemia.
El economista principal de Glassdoor, Daniel Zhao, señaló que la desaceleración en la contratación y la baja tasa de renuncias apuntan a un mercado laboral que carece de una rotación saludable. Los empleadores no están contratando de manera agresiva, lo que significa que los empleados no encuentran nuevas oportunidades para avanzar en sus carreras y, en cambio, priorizan la seguridad laboral. La tasa de renuncias se mantuvo en 2,1%, la más baja desde junio de 2020.
Un aspecto positivo para los trabajadores es que los despidos se desplomaron en junio a un estimado de 1,498 millones, el nivel más bajo desde noviembre de 2022. Aunque las solicitudes de seguro de desempleo han aumentado lentamente, la actividad general de despidos está muy por debajo de los niveles previos a la pandemia. Zhao indicó que los empleadores probablemente están siendo prudentes y que existe cierta demanda acumulada para reanudar las contrataciones.
Zhao también mencionó que, aunque los datos actuales sobre despidos no son alarmantes, la baja confianza de los empleados es preocupante. La señal actual es de cautela más que de un deterioro grave de las condiciones económicas. Se espera un catalizador que podría ser un cambio en la política de tasas de interés por parte de la Reserva Federal para reactivar el ciclo de contrataciones.
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