Última actualización el 14 de noviembre de 2024
Washington D.C. – Las familias de algunas de las personas que murieron en dos accidentes del Boeing 737 Max están pidiendo a los funcionarios federales que multen a Boeing con 24,800 millones de dólares y actúen rápidamente para procesar a la compañía por un cargo penal que fue anulado hace tres años.
Un abogado de las familias dijo en una carta enviada el miércoles 19 de junio, al departamento de justicia que una multa elevada está justificada “porque el crimen de Boeing es el crimen corporativo más mortífero en la historia de Estados Unidos”.
El abogado Paul Cassell también escribió que el gobierno debería procesar a los funcionarios que dirigían Boeing en el momento de los accidentes en 2018 y 2019, incluido el entonces director ejecutivo Dennis Muilenburg. En total, 346 personas murieron en los accidentes. El primer accidente ocurrió cuando un Boeing 737 Max 8 operado por Lion Air de Indonesia se hundió en el mar de Java en octubre de 2018, y el segundo en marzo de 2019, cuando un 737 Max 8 de Ethiopian Airlines se estrelló casi directamente contra un campo seis minutos después de despegar de Addis Abeba.
El impulso de las familias se produce mientras el departamento de justicia considera la posibilidad de reactivar una acusación penal latente de fraude contra Boeing. El mes pasado, los fiscales determinaron que la empresa violó un acuerdo de 2021 que protegía a la empresa de ser procesada por supuestamente engañar a los reguladores que aprobaron el Max. El departamento de justicia tiene hasta el 7 de julio para informar a un juez federal de Texas si revivirá el caso. Durante una audiencia el martes, el senador Richard Blumenthal, demócrata por Connecticut, dijo que hay “evidencias cada vez mayores” de que la empresa debería ser procesada.
Boeing no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. La compañía ha dicho anteriormente que cumplió con sus obligaciones en virtud del acuerdo de 2021. El departamento de justicia abrió una investigación sobre Boeing después de que un tapón de puerta explotara en un 737 Max durante un vuelo de Alaska Airlines en enero. Ese incidente provocó un mayor escrutinio de la compañía y del director ejecutivo saliente, David Calhoun, quien defendió el historial de seguridad de Boeing durante la audiencia del martes en el Senado.
A medida que se acerca la fecha límite para la decisión del departamento de justicia, la presión de las familias y los legisladores continúa en aumento, buscando justicia y una mayor rendición de cuentas por parte de Boeing.
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