Guantánamo, Cuba – El submarino nuclear de ataque rápido USS Helena de los Estados Unidos, emergió el jueves 13 de junio, en la bahía de Guantánamo, Cuba, un día después de la llegada de fuerzas navales rusas a La Habana para realizar ejercicios con la nación isleña, aliada de Rusia.
El comando sur de Estados Unidos declaró en X que la visita del USS Helena es parte de una visita portuaria de rutina mientras transita por el área geográfica de responsabilidad del comando sur de Estados Unidos, en cumplimiento de su misión de seguridad marítima global y defensa nacional.
La divulgación de movimientos específicos de submarinos de la armada es inusual, ya que estos suelen estar altamente clasificados. Sin embargo, el pentágono ha reiterado que la presencia de la flotilla rusa, pese a estar a solo 90 millas de la costa de Florida, no representa una amenaza para la seguridad de Estados Unidos. Los destructores de la armada y los aviones de caza submarinos P-8 han seguido de cerca los movimientos de los barcos rusos en su trayecto hacia el sur frente a la costa este de Estados Unidos.
La portavoz del pentágono, Sabrina Singh, afirmó que los planes rusos han sido monitoreados y que estas visitas navales de rutina no son una sorpresa, ya que han ocurrido bajo diferentes administraciones. Singh enfatizó que siempre se vigilan las embarcaciones extranjeras que operan cerca de las aguas territoriales de Estados Unidos, y aunque se toman en serio, estos ejercicios no representan una amenaza.
El USS Helena, es un submarino de propulsión nuclear de ataque rápido, clase Los Ángeles, que entró en servicio en la década de 1980 y está diseñado para responder a amenazas globales. Su visita a Guantánamo no es un evento aislado; el USS Pasadena, otro submarino de ataque rápido clase Los Ángeles, también se detuvo en la bahía de Guantánamo el pasado julio, lo que provocó una reacción en el gobierno cubano, que lo consideró una escalada.
El pentágono sugirió que la visita actual del submarino ruso a Cuba podría ser en parte una respuesta a la visita del submarino estadounidense el año pasado. A pesar de estas actividades, tanto el USS Helena como las fuerzas navales rusas están cumpliendo con sus respectivas misiones sin que se perciba una amenaza directa para la seguridad nacional de Estados Unidos.
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