Estados unidos impulsa confianza en los mercados de carbono con una nueva política 

Última actualización el 14 de noviembre de 2024

Washington D.C. – El gobierno de Estados Unidos presentó el martes 28 de mayo su política para el uso de créditos de carbono voluntarios, con el objetivo de establecer directrices que fortalezcan la confianza en un mercado emergente tras el fracaso de algunos proyectos de compensación de alto perfil en lograr las reducciones de emisiones prometidas. 

Los líderes de los departamentos del tesoro, energía y agricultura, junto con los principales asesores económicos y climáticos del presidente Joe Biden, dieron a conocer una declaración conjunta de políticas y principios. Este anuncio forma parte de un esfuerzo más amplio para fomentar el desarrollo de los mercados voluntarios de carbono. 

“Los mercados voluntarios de carbono pueden ayudar a desbloquear el poder de los mercados privados para reducir las emisiones, pero eso sólo puede suceder si abordamos los importantes desafíos existentes”, afirmó la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen. “Los principios publicados hoy son un paso importante hacia la construcción de mercados voluntarios de carbono de alta integridad”. 

Muchas empresas buscan compensar sus propias emisiones de gases de efecto invernadero comprando créditos de carbono voluntarios, que representan la evitación o eliminación de emisiones a través de proyectos ubicados principalmente en países en desarrollo. Sin embargo, una serie de controversias recientes ha minado la confianza en el mercado de compensaciones de carbono, provocando que varias grandes empresas se retiraran tras estudios que revelaron el incumplimiento de las reducciones de emisiones prometidas en varios proyectos de protección forestal. 

Los principios para la “participación responsable” en estos mercados, anunciados por los funcionarios estadounidenses, incluyen estándares estrictos para garantizar que los proyectos generen reducciones de emisiones reales y cuantificables, un monitoreo continuo para evitar daños a las comunidades locales y un énfasis en que los compradores corporativos prioricen la descarbonización de sus propias cadenas de suministro antes de optar por créditos de carbono.