Olympia, WA – El Departamento de Recursos Naturales de Washington (DNR) ha informado recientemente que no puede acceder a más de 200 millones de dólares en financiamiento federal destinado a la prevención y respuesta de incendios forestales. Esto se debe a la reciente decisión de la administración Trump de bloquear ciertos gastos vinculados a programas aprobados durante el gobierno anterior, lo que ha generado preocupación entre las autoridades estatales.
De acuerdo con un articulo del Seattle Times, Joe Smillie, portavoz del DNR, indicó que la congelación de fondos ha frenado la compra de equipo para el combate de incendios y ha retrasado el reembolso de aproximadamente 50 millones de dólares por trabajos realizados el verano pasado. Smillie señaló que el estado no ha recibido explicaciones ni notificaciones formales sobre la suspensión de estos recursos, lo que ha generado incertidumbre sobre la preparación para la próxima temporada de incendios.
Los fondos retenidos abarcan diversas áreas clave, como capacitación para bomberos locales, planificación de rutas de evacuación, quemas preestablecidas para reducir la maleza y la limpieza de zonas afectadas por incendios previos. Dave Upthegrove, Comisionado de Tierras Públicas, enfatizó la urgencia de liberar estos recursos, afirmando que la cooperación federal es esencial para proteger a las comunidades de Washington ante la amenaza inminente de incendios.
La falta de acceso a estos fondos ha motivado acciones legales por parte de Washington y otros estados, que han solicitado a un juez federal que haga cumplir una orden de restricción temporal contra la congelación de los recursos. Mientras tanto, las agencias estatales han detectado que los sistemas de reembolso han dejado de reconocer sus cuentas, lo que impide el acceso a millones de dólares destinados a la prevención y respuesta ante incendios.
Con veranos cada vez más calurosos y secos, los incendios forestales en el noroeste del país se han vuelto más intensos y frecuentes. Investigaciones han vinculado este fenómeno al cambio climático y a prácticas de gestión forestal que limitaron el uso de quemas controladas. Las autoridades advierten que, sin los fondos federales, la capacidad del estado para enfrentar los incendios podría verse seriamente comprometida.
