Olympia, Washington – Bob Ferguson, quien asumirá como gobernador de Washington el próximo 15 de enero, dio a conocer el jueves 9 de enero, un plan que busca reducir el gasto estatal en un 6%, generando un ahorro estimado de 4.400 millones de dólares. La propuesta, que no afectará áreas críticas como educación y seguridad pública, pretende aliviar el déficit presupuestario proyectado para los próximos cuatro años, calculado en 12 mil millones de dólares.
Ferguson señaló que las agencias gubernamentales deberán implementar estrategias específicas para cumplir con los recortes. Entre las medidas destacan la consolidación de puestos directivos, la reducción de personal administrativo y ejecutivo, y la limitación de viajes oficiales y compras no esenciales. “No podemos depender únicamente de nuevos impuestos para resolver este problema”, expresó Ferguson en una reunión con la prensa en Olympia, marcando distancia de las propuestas del gobernador saliente, Jay Inslee, quien había planteado un impuesto a la riqueza.
Aunque los recortes son el eje central del plan, Ferguson también busca reforzar áreas estratégicas como la seguridad pública, la vivienda y el sistema de transbordadores del estado. Además, propone iniciativas sociales que beneficien directamente a las familias, como almuerzos escolares gratuitos y acceso ampliado al cuidado infantil para trabajadores de pequeñas empresas. Estas medidas, según Ferguson, buscan equilibrar los ajustes fiscales sin descuidar las necesidades esenciales de la población.
El anuncio llega en un momento clave, a pocos días de que inicie la sesión legislativa. Mientras Ferguson apuesta por la austeridad como solución principal, algunos líderes legislativos, como Jamie Pedersen y Laurie Jinkins, han sugerido que nuevos impuestos podrían ser inevitables para enfrentar el déficit. Sin embargo, el gobernador electo se mantiene firme en su enfoque de reducción de gastos.
Ferguson indicó que, su plan se complementa con los ahorros temporales identificados en el presupuesto operativo 2025-2027, que incluyen 3.000 millones de dólares en gastos diferidos. En total, su administración planea generar cerca de 7.400 millones de dólares en ahorros, marcando el inicio de un mandato enfocado en la sostenibilidad financiera del estado sin comprometer los servicios esenciales para sus residentes.
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