Cuba – Un grupo de barcos de la armada rusa, incluido un submarino de propulsión nuclear, llegará a Cuba la mañana del miércoles 12 de junio, marcando una señal del fortalecimiento de los lazos entre los dos antiguos aliados de la guerra fría. La fragata rusa Almirante Gorshkov, la primera de un convoy de cuatro barcos ya ha llegado a aguas cubanas en ruta al puerto de La Habana. Este grupo incluye además el submarino nuclear Kazán, un remolcador de salvamento y un petrolero.
Esta visita representa la mayor demostración de fuerza de Rusia con su antiguo aliado Cuba en muchos años. Un funcionario estadounidense ha indicado que el Kazán no lleva armas nucleares a bordo. Durante su estancia de cinco días en la isla caribeña, los barcos rusos realizarán una demostración de fuerza a solo 90 millas de Florida, en un contexto de crecientes tensiones entre Estados Unidos y Rusia por la guerra en Ucrania.
El ministerio de las fuerzas armadas de Cuba ha anunciado que, a su llegada, los rusos dispararán una salva de 21 cañonazos, y los cubanos responderán con disparos ceremoniales desde un fuerte colonial del siglo XVIII. Según una fuente diplomática rusa, el embajador de Rusia en La Habana presidirá una ceremonia de bienvenida a los cuatro buques. Además, a partir del jueves, el público en general en Cuba podrá recorrer la fragata Gorshkov durante tres días.
De camino a Cuba, los buques de guerra rusos realizaron ejercicios en el Atlántico, según el ministerio de defensa ruso. Las tripulaciones practicaron el uso de armas de misiles de alta precisión mediante simulación por computadora. Funcionarios estadounidenses han confirmado que han estado monitoreando los ejercicios militares de Rusia en el Atlántico y el Caribe, desplegando barcos y aviones para seguir los movimientos de los buques rusos, que han permanecido en aguas internacionales.
Cuba ha declarado que estas visitas son una práctica habitual con naciones amigas y no representan una amenaza para la región. La llegada de estos barcos resalta el fortalecimiento de los lazos entre Moscú y La Habana, especialmente en el contexto de la guerra de Rusia en Ucrania y la creciente dependencia de Cuba del petróleo y la ayuda rusos en medio de su peor crisis económica en décadas.
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