Olympia, WA – El estado de Washington atraviesa una crisis sin precedentes en desalojos, con un aumento alarmante de solicitudes que ha llevado a cifras récord en nueve condados, incluidos King y Spokane, mientras otros siete se acercan a niveles históricos. Este fenómeno se ha intensificado desde que expiraron las protecciones implementadas durante la pandemia, como las moratorias de desalojos y los programas de ayuda para el alquiler, exponiendo a más inquilinos a la pérdida de sus hogares.
Datos del Proyecto de Desplazamiento Urbano indican que, en el último año, uno de cada 50 inquilinos en Washington enfrentó una demanda de desalojo, lo que representa aproximadamente el 2% de la población arrendataria. En 2024, condados como Clark, Grant, Jefferson y Klickitat ya superaron sus cifras más altas, mientras otros como Walla Walla y Skagit están en camino de hacerlo antes de fin de año. Tim Thomas, director de la investigación, advirtió que, sin mayores acciones legislativas y fondos adicionales, la crisis seguirá escalando.
El programa estatal de derecho a un abogado, lanzado en 2021, ha sido una herramienta crucial para mitigar los desalojos. La iniciativa ofrece representación legal gratuita a inquilinos con ingresos inferiores al 200% del umbral de pobreza federal, lo que este año equivale a $30,120 anuales para una persona. Desde su implementación, el programa ha gestionado cerca de 23,000 casos, logrando que el 81% de los inquilinos mantuvieran o encontraran una vivienda permanente. Sin embargo, los crecientes volúmenes de desalojos han comenzado a sobrepasar la capacidad de los abogados, generando preocupación sobre la sostenibilidad del programa.
Patty Kuderer, presidenta del Comité de Vivienda del Senado estatal, describió el aumento de desalojos como una “situación alarmante” y advirtió sobre un posible “tsunami de personas sin hogar” si no se implementan soluciones efectivas. La Oficina de Asistencia Legal Civil ha solicitado 8.8 millones de dólares en el próximo presupuesto estatal para mantener el programa en funcionamiento y cubrir las necesidades actuales, particularmente en el condado King, donde la demanda ha aumentado significativamente.
Ante esta crisis, expertos y legisladores evalúan otras soluciones complementarias, como asistencia financiera para inquilinos y propietarios, límites a ciertos aumentos de alquiler y la mejora del acceso a servicios sociales. Mientras los desalojos continúan a un ritmo acelerado, Washington enfrenta el desafío urgente de proteger a sus residentes más vulnerables y evitar que la inseguridad habitacional se convierta en una crisis humanitaria a gran escala.
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