Última actualización el 19 de noviembre de 2024
Latino Herald presenta una serie de artículos enfocados en la salud de la comunidad residente en el sur del Condado Snohomish, y son patrocinados por Verdant Health Commission.
Lynnwood, WA – La desinformación maliciosa no es un fenómeno nuevo, y es palpable el poderoso efecto que este envenenamiento informático ha generado entre nuestra gente hispana.
Uno de los principales objetivos de las llamadas “fake news” se enfocó desde su inicio en el campo médico, específicamente en las vacunas.
La doctora Alina Urriola, ha prestado sus servicios en nuestra región por casi 3 décadas, nos ofrece una perspectiva objetiva y calificada sobre los efectos negativos de la desinformación en el campo de la salud.
“Las redes sociales son muy buenas y muy positivas, pero hay un elemento que ha sido perjudicial pues permite la diseminación de conceptos errados. Con la aparición y el desarrollo de la vacuna del Covid-19 encontramos que la desinformación está vivita y coleando, y que hay elementos en la población que quieren diseminar la resistencia a las vacunas”.
La doctora Urriola afirma que hay otros componentes que permiten difundir desinformación en temas médicos tan delicados como el tratamiento del cáncer, así como en cuestiones menos relevantes, por ejemplo, si una sopa de pollo cura la gripe o no. Por cierto, la doctora nos dijo que ella, particularmente, piensa que sí la cura.
Lo que en realidad es preocupante, afirma, son las creencias que se diseminan para sustituir elementos de la medicina occidental, y usa como ejemplo la presunción de que un cáncer se puede curar con Reiki.
“Ahí estamos en una zona de peligro, y es nuestra responsabilidad como agentes de salud, y de ustedes como medios de comunicación, educar a las personas para que busquen la información correcta, y si te llega un dato que te intriga: busca, pregunta ¿será verdad? Hay elementos de verificación a la mano que toman un poquito de trabajo, pero gracias a Dios tenemos los recursos para verificar información, y eso es lo que tenemos que difundir”
Si bien es cierto que las herramientas de búsqueda están a la mano, también es cierto que muchas personas de nuestra comunidad, o no saben utilizarlas, o no se toman el tiempo para salir de dudas y absorben la información sin cuestionarla. La doctora asevera que un hay elemento importante que marca una gran diferencia en la personalidad de los individuos que buscan aclarar sus dudas: la curiosidad.
“Ciertamente, ser curioso es fundamental, pero también es una realidad que se puede fomentar la curiosidad. Pienso que esto tiene mucho que ver con la manera en la que somos educados. Personalmente no me fue inculcada la pasión por la curiosidad, fue más tarde en mi vida que esto se desarrolló, entonces, hay que estimular la necesidad de indagar y formular preguntas sobre el proceso de cómo se llega a una conclusión, así como una inclinación al cuestionamiento”.
La doctora Urriola dice que le gustan los debates pues es un modelo en el que está presente la tendencia a cuestionar, siempre y cuando se haga sin imponer juicios ni acusaciones. Dice que es una herramienta muy valiosa en la cual pueden participar personas que tienen la confianza de la comunidad para crear un modelo de confrontación honesto y confiable.
Al final, insiste en que la curiosidad de cada uno es la clave para avanzar ante el creciente problema de las noticias e informaciones falsas.
“Cuando alguien me dice que no se va a poner las vacunas mi postura no es señalar con el dedo y regañar a la persona, obligándola a ponerse las vacunas, lo que hago es adoptar una actitud suave y le pido que me dé más detalles sobre sus creencias. Posteriormente le pregunto de qué manera eso le ayuda a prevenir enfermedades y cómo le ha funcionado hasta el momento; al final, si insisto lo suficiente, va a llegar el momento en el que la persona admite de aquel invierno en que no se puso la vacuna de la influenza y terminó con una gripa de mil demonios, entonces es crear un elemento de curiosidad y entender por qué piensan así”.
Ella enfatiza que confrontar no ayuda, e insiste en que es más productivo buscar las raíces de las creencias, en las cuales normalmente habitan miedos, malas experiencias interpretadas de forma errada, y entonces surge la oportunidad de clarificar.
Afirma que ella ha aclarado muchos conceptos y ha sido parte del momento en el que las personas caen en cuenta y comprenden que alguien les está diciendo la verdad sobre un tema que antes interpretaban equivocadamente. La desventaja de esto es que toma tiempo, y un médico, en 15 minutos en los cuales tiene que cuidar la diabetes, la presión y otros males que afectan a sus pacientes, no puede abarcar el tema de la desinformación en un espacio tan reducido.
“Se requiere dedicación, creatividad y colaboración, por eso tenemos personas en la comunidad, como las promotoras de salud, que promueven con el ejemplo y con material educativo”.
Es bien sabido que la lucha contra la desinformación no se limita al campo de la medicina, por ello, la Universidad de Washington cuenta con un portal donde se abarcan algunos de los temas más relevantes de la desinformación viral, puede acceder al website aquí.
En esta página web, los investigadores de UW buscan desacreditar los mitos en redes sociales e investigar cómo reaccionan los usuarios cuando consumen contenido falso.
Por su parte, la doctora Urriola demuestra que los esfuerzos a nivel comunitario son un valioso instrumento para generar el sentimiento de pertenencia que tanto se necesita en nuestra comunidad.
Ella es punta de lanza en la marcha realizada periodicamente en una escuela primaria de Lynnwood a la que denominan “Camina y Aprende Con Una Doctora Latina” cuyo objetivo es instruir y ejercitar en un ambiente relajado, sin presiones ni expectativas de sus asistentes.
“Yo comencé esa actividad porque me preocupa mucho el estado de salud de la población hispana, sobre todo por el problema de la enfermedad metabólica. La población hispana se encuentra en desventaja cuando se trata de la enfermedad metabólica, por lo que se me ocurrió promover el hacer ejercicio y tener un foro para educar y aprender, porque yo aprendo de mis pacientes, no es una actividad unilateral, me instruyo de mis pacientes mientras comparto conocimiento y lo hacemos a nivel local; y encima de todo, se crea comunidad, que es lo más importante”.
El plan de la doctora es continuar este tipo de actividades para seguir orientado de manera correcta, adecuada y respetuosa a nuestra comunidad. Ella confía en lo que describe como “word of mouth” y que la promoción de boca en boca sea efectiva para hacer crecer los grupos de asistencia.
“Te soy franca, la mayoría de los que asisten a estos eventos son personas convencidas de lo que tienen que hacer, a mí me interesa convencer a los incrédulos y tener más personas que se unan, y si no quieren escuchar no importa, vamos a caminar nada más y ahí algo aprendemos uno del otro”.
Para finalizar nuestra charla, la doctora Urriola quiso ahondar en el tema de las creencias falsas tan ligadas a la desinformación y lo peligroso que puede ser cuando se trata de la salud.
“SI alguien te dice ‘esta es la cura absoluta de tal o cual padecimiento’ nunca creas eso porque no existe cura absoluta para nada. Si alguien te dice ‘esta es la única fuente donde vas a encontrar tu respuesta’ es falso pues siempre hay más de una fuente. La labor radica en comparar esas fuentes de información, corroborar y evaluar los resultados y hoy se nos hace muy fácil con sitios web a los que podemos consultar. Simplemente pon en Google ‘¿Es verdad que el agua tibia cura el acné?’ y vas a encontrar una respuesta de inmediato.
En este punto, a la doctora se le ilumina el rostro, sonríe ampliamente y luego de una breve pausa nos dice “hay una frase que yo uso para otras situaciones pero es apropiada en esta oportunidad; Ronald Reagan decía: ‘Hay que confiar, y verificar…you have to trust and verify.’ La confianza es algo muy importante, yo soy promotora de la confianza, pero ante todo, hay que verificar”.
Para más información:
Facebook: Camina y Aprende con la Doctora
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Este artículo es el primero de una serie respaldado por el patrocinio de Verdant Health Commission La línea editorial de la serie de artículos permanece en control del personal de Latino Herald.
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