Última actualización el 14 de noviembre de 2024
Washington D.C. – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, instituyó la tarde del martes 4 de junio, una amplia prohibición de asilo para los inmigrantes sorprendidos cruzando ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México.
Esta medida, que entró en vigor poco después de la medianoche del martes, marca un cambio significativo en la política de inmigración en el período previo a las elecciones de noviembre que decidirán el control de la Casa Blanca. La medida permitirá deportar o devolver a México a los inmigrantes sorprendidos cruzando ilegalmente, con excepciones para niños no acompañados, personas con amenazas médicas o de seguridad graves y víctimas de trata.
Biden, ha endurecido su postura sobre la seguridad fronteriza en respuesta a la creciente preocupación de los estadounidenses sobre la inmigración. Esta medida llega en un momento en que se enfrenta al republicano Donald Trump en las elecciones del 5 de noviembre.
Trump, quien hizo de una postura dura sobre la inmigración una pieza central de su administración, ha prometido una represión aún más amplia si es reelegido. Biden asumió el cargo en 2021 con la promesa de revertir algunas de las políticas restrictivas de inmigración de Trump, pero se ha enfrentado a niveles récord de inmigrantes atrapados cruzando ilegalmente.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Biden explicó que el acceso al asilo seguirá estando disponible para los migrantes que se registren para una cita utilizando una aplicación conocida como CBP One o que utilicen otras vías legales en lugar de cruzar ilegalmente. “Esta acción nos ayudará a obtener el control de nuestra frontera y restablecer el orden en el proceso”, dijo Biden, subrayando que la prohibición se mantendrá hasta que el número de personas que intentan ingresar ilegalmente se reduzca a un nivel manejable.
A pesar de la implementación de nuevas restricciones, Biden criticó las políticas más controvertidas de Trump, como la separación de familias inmigrantes en la frontera. “Nunca demonizaré a los inmigrantes”, afirmó Biden. Sin embargo, las nuevas restricciones han recibido críticas de ambos lados del espectro político. La unión estadounidense de libertades civiles (ACLU) ya ha expresado su intención de demandar, argumentando que las políticas de Biden se asemejan demasiado a las de Trump y no cumplen con las obligaciones legales de Estados Unidos hacia los solicitantes de asilo.
La prohibición de asilo entra en vigor en un contexto de altas cifras de arrestos en la frontera, con un promedio diario que supera los 2,500 durante la última semana. La medida permanecerá vigente hasta que los arrestos diarios caigan por debajo de 1,500 durante tres semanas consecutivas. Mientras tanto, funcionarios como Enrique Lucero, director de asuntos migratorios en Tijuana, han advertido que estas nuevas medidas podrían abrumar los refugios para migrantes y llevar a más personas a las calles o a manos de traficantes.
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