Última actualización el 14 de noviembre de 2024
Washington D.C. – El director interino del servicio secreto de Estados Unidos, Ronald Rowe Jr., expresó su preocupación por la moral y el bienestar de los agentes de la agencia, quienes enfrentan largas horas y una carga de trabajo cada vez más pesada. En una entrevista con un medio estadounidense, Rowe subrayó que el personal está al borde del agotamiento en medio de cambios operativos y de políticas tras el intento de asesinato que hirió al expresidente Donald Trump en julio pasado.
Los comentarios de Rowe se produjeron pocas horas después de que un panel bipartidista independiente publicara un informe que identificó numerosos errores en la gestión del servicio secreto durante el mitin de campaña de Trump en Pensilvania el 13 de julio. El informe destacó fallas sistémicas profundas que permitieron el ataque, que resultó en la muerte de un asistente y heridas a otras personas, incluido Trump, quien fue alcanzado por una bala en la oreja antes de que el agresor fuera abatido.
El panel recomendó reformas urgentes, incluidas la introducción de nuevo liderazgo, mayor capacitación y la implementación de vigilancia aérea en eventos al aire libre. También sugirieron la creación de un centro de comunicaciones centralizado para coordinar grandes eventos y mejorar la respuesta ante amenazas similares en el futuro.
Ronald Rowe, quien asumió el cargo tras la renuncia de Kimberly Cheatle, afirmó que el Servicio Secreto ha incrementado el nivel de protección de Trump al mismo nivel que un presidente en funciones. Además, mencionó que la agencia ha tomado medidas inmediatas para corregir los errores, invirtiendo en nueva tecnología y compartiendo documentos clave con el Congreso. Rowe aseguró que las recomendaciones del informe serán consideradas de manera seria.
En una declaración por separado, Rowe explicó que el servicio secreto está trabajando en un plan integral para transformar la agencia. El plan incluye aumentar la plantilla, retener personal, modernizar la tecnología y mejorar la formación de los agentes. Actualmente, hay 400 personas en diferentes etapas de entrenamiento para unirse a la agencia, lo que, según Rowe, muestra un creciente interés en formar parte del Servicio Secreto.
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