Ciudad de México – La suprema corte de justicia de México decidió el jueves 3 de octubre, considerar un desafío constitucional a la reciente reforma judicial que fue promulgada el mes pasado. Dicha reforma busca transformar el sistema judicial en un esquema en el que los jueces serán elegidos por voto popular en los próximos años. Con ocho votos a favor y tres en contra, el tribunal admitió el caso, abriendo así la puerta a posibles impugnaciones sobre la reforma.
La decisión del máximo tribunal del país se centra en determinar si esta reforma afecta la independencia de los tribunales. La reforma constitucional, que fue aprobada en septiembre con una mayoría de dos tercios en el congreso, fue impulsada por el partido gobernante Morena y sus aliados, quienes la defienden como un paso para mejorar el sistema judicial actual, tras su victoria electoral en junio.
La jueza Margarita Ríos, durante la sesión judicial, afirmó que el análisis de las preocupaciones presentadas por los magistrados debe proceder. Ríos señaló que no existe ninguna barrera legal que impida un análisis exhaustivo del tema. El proceso de revisión se espera que finalice para el 30 de noviembre, de acuerdo con fuentes de la Corte.
Sin embargo, las juezas Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y Lenia Batres, todas cercanas al partido oficialista, se opusieron a la decisión de la corte de aceptar el desafío, argumentando que la reforma ya había sido decidida y que la corte estaría extralimitándose al aceptar la impugnación. Esquivel, en su defensa de la reforma, señaló que “todo cambio implica resistencia” y que esto podría estar motivado por el deseo de mantener el status quo.
México tiene programadas elecciones en junio próximo, en las cuales se reemplazará a los nueve jueces de la suprema corte y se incrementará su número a once. También se elegirá a miembros de un tribunal electoral, así como a la mitad de los magistrados y jueces de distrito del país.
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