Lexington, MS – El departamento de justicia emitió el jueves 26 de septiembre un informe contundente sobre el departamento de policía de Lexington, Mississippi, indicando que este cuerpo discrimina a la población afroamericana, utiliza fuerza excesiva y toma represalias contra quienes critican sus prácticas. La investigación se inició tras múltiples acusaciones sobre el uso injustificado de la fuerza y arrestos sin fundamento.
Según el informe del departamento de justicia, el departamento de policía de Lexington presenta un “patrón persistente o práctica de conducta inconstitucional”. El fiscal general de Estados Unidos Merrick Garland, afirmó que estos hallazgos demuestran que el departamento ha violado sistemáticamente los derechos constitucionales de los ciudadanos a quienes debería proteger.
El departamento de justicia también destacó la falta de responsabilidad interna y el liderazgo deficiente en el departamento, lo que ha permitido que los oficiales actúen de manera ilegal sin temor a represalias. Esta situación ha creado un entorno en el que las violaciones de la ley son comunes y aceptadas.
Se documentaron incidentes alarmantes, incluyendo el uso de pistolas Taser como método de castigo. En un caso, un hombre afroamericano fue electrocutado 18 veces, lo que resultó en condiciones graves de salud. Kristen Clarke, fiscal general adjunta, subrayó que la comunidad afroamericana es la más afectada por estas prácticas abusivas.
Además, se encontró que el departamento impone multas de manera excesiva, a menudo por infracciones menores, y realiza arrestos ilegales, manteniendo a las personas encarceladas hasta que puedan pagar sus deudas. Estas acciones han intensificado la preocupación sobre el tratamiento de la comunidad por parte de la policía local.
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