Michoacán, MX – El crimen organizado ha vuelto a golpear la industria del limón en Michoacán, llevando a cinco empacadoras a declararse en huelga el lunes 12 de agosto como protesta por la falta de seguridad. Estas empacadoras, ubicadas en las regiones de Apatzingán y Buenavista, han decidido suspender sus operaciones hasta el miércoles, fecha en la que los agricultores tienen previsto iniciar la cosecha. Los productores de limón han expresado su apoyo a la huelga y están considerando unirse a la protesta para exigir mayor protección.
Tanto empacadores como agricultores han solicitado en repetidas ocasiones la intervención de las autoridades para frenar la extorsión, que sigue siendo una amenaza constante en toda la cadena de producción. Según Juan Carlos Anaya, director general de la consultora de mercados agrícolas GCMA, el crimen organizado exige pagos a todos los eslabones de la industria: desde los productores y empacadores hasta los transportistas, mayoristas e incluso en los puntos de venta finales. Esta situación de inseguridad está poniendo en riesgo la viabilidad de toda la industria.
La problemática de la extorsión no es nueva en Michoacán. En junio, Estados Unidos suspendió temporalmente las inspecciones de seguridad de aguacates y mangos en el estado debido a un incidente que involucró a personal del departamento de agricultura de Estados Unidos. Aunque las inspecciones se reanudaron tras 10 días de suspensión, fue necesario implementar un nuevo modelo de seguridad para garantizar la protección de los trabajadores y la continuidad de las exportaciones.
El año pasado, en septiembre, el gobierno mexicano desplegó 600 soldados en Michoacán para intentar restaurar la seguridad en la región productora de limón. Sin embargo, las prácticas de extorsión han continuado, provocando un aumento en los precios del limón y reduciendo significativamente los márgenes de ganancia de los productores. Esta situación está afectando gravemente la economía local y generando incertidumbre en la industria agrícola.
Michoacán, reconocido como el segundo mayor productor de limón en México y el primer productor mundial de aguacate, no es el único estado afectado por la violencia relacionada con la extorsión. Recientemente, la Cámara de Comercio de Tamaulipas también ha sido blanco de la violencia, con el asesinato de su presidente, Julio Almanza, en la ciudad de Matamoros. Estos actos de violencia están generando un clima de temor e inestabilidad que amenaza con paralizar sectores económicos clave en diferentes regiones del país.
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