Tacoma, WA – Una mujer de Tacoma, identificada por las autoridades como Sarah Jane Ramey, fue sentenciada el martes 23 de julio, a más de 80 años de prisión tras ser condenada por asesinato y más de una docena de cargos de incendio provocado.
De acuerdo con las autoridades, Ramey inició una serie de incendios en Tacoma y Ruston entre diciembre de 2021 y enero de 2022, el primero de los cuales resultó en la muerte de James Elliot, un padre y abuelo de North Tacoma. Elliot falleció por inhalación de humo mientras intentaba resguardarse del incendio en su baño.
Durante el juicio, los vecinos testificaron que intentaron desesperadamente rescatar a Elliot antes de que los bomberos lo encontraran. Elizabeth Keating, hija de Elliot, habló en la sentencia, expresando cómo las acciones de Ramey han afectado a su familia en los últimos dos años. «Pasé muchas noches en vela pensando en sus últimos momentos», dijo Keating, quien pidió al juez que dictara la pena máxima.
Tras el incendio que causó la muerte de Elliot, el historial de búsquedas de Google de Ramey reveló que no solo buscó información sobre su propio delito, sino que también sabía que alguien había muerto en el incendio. Ramey regresó a la casa y robó una chequera y otros objetos, emitiendo cheques defectuosos por miles de dólares a nombre de la familia Elliot. Continuó incendiando casas antes de ser arrestada a fines de enero, destruyendo tres en total.
Un propietario cuya casa fue destruida por Ramey declaró que su familia sigue recuperándose del incendio, afectando su bienestar financiero, mental y emocional. «Sólo un monstruo podría disfrutar de la destrucción y luego volver a hacerlo, una y otra vez», dijo el propietario. El estado solicitó una «sentencia excepcional» de 1.412 meses de prisión, mientras que el abogado defensor argumentó por una sentencia de 34 a 45 años.
La jueza Angelica Williams dictó una sentencia de 980 meses, o más de 81 años, destacando el desprecio absoluto de Ramey por la vida humana. Williams señaló que Ramey sabía que podía matar a más personas cada vez que prendía fuego a una casa y encontró base para una sentencia excepcional debido a la extrema gravedad de sus crímenes. «Cada minuto que usted está encarcelado es otro minuto que la comunidad está más segura», concluyó Williams.
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