Olympia, WA – La temporada de gripe en Washington ha alcanzado niveles sin precedentes, con casi 400 fallecimientos reportados desde octubre, lo que la convierte en la más letal del estado en más de una década. Autoridades de salud informaron que esta cifra ya supera ampliamente las muertes registradas durante el periodo 2017-2018, que hasta ahora mantenía el récord más alto. La tendencia preocupa a hospitales y organismos de salud pública que aún anticipan semanas adicionales de circulación viral.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que esta oleada de gripe ha superado las cifras nacionales de los últimos cinco años, agravada por la circulación de variantes agresivas como H3N2 y H1N1. Estas cepas, conocidas por su alta capacidad de mutación, han resultado en enfermedades más severas, particularmente en adultos mayores, quienes representan la mayoría de las víctimas. El bajo nivel de vacunación también ha contribuido a la expansión del virus.
Según el informe semanal sobre la gripe del departamento de salud estatal, la mayoría de los fallecimientos registrados durante esta temporada corresponden a adultos mayores o a personas con condiciones médicas preexistentes. De las muertes reportadas, más de 300 ocurrieron en individuos mayores de 65 años.
En condados como King, Spokane y Snohomish, los departamentos de salud locales han reportado decenas de fallecimientos, reflejando una amplia distribución del brote en todo el estado. A diferencia de años anteriores, esta temporada ha dejado más muertos por gripe que por COVID-19, según el Departamento de Salud. Especialistas señalan que la inmunidad colectiva puede haberse debilitado tras los años de medidas contra la pandemia, dejando a la población más vulnerable al virus.
A nivel nacional, estados como California y Carolina del Norte también han registrado cifras récord de decesos por influenza. Aunque los contagios comenzaron a reducirse en marzo, los expertos advierten que la amenaza persiste, especialmente para los grupos de riesgo. En las últimas semanas, los índices de pruebas positivas han descendido, lo que podría indicar que el brote ha comenzado a ceder.
Funcionarios de salud insisten en que la vacunación continúa siendo la herramienta más eficaz para prevenir hospitalizaciones y muertes. Aunque la tasa de inmunización en Washington ha disminuido respecto a años anteriores, los médicos instan a la población a vacunarse, argumentando que aún no es tarde para hacerlo. La protección, afirman, puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida en casa y una estadía prolongada en cuidados intensivos.
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