En medio de su rol como consejero del presidente Donald Trump, Elon Musk se encuentra lidiando con un desacuerdo legal relacionado con la manutención de un hijo, en el que figura la influencer Ashley St. Clair. La disputa gira en torno a un acuerdo económico confidencial, parte de una serie de arreglos similares que el magnate ha concretado con otras mujeres.
El fundador de compañías como Tesla, SpaceX y Neuralink ha tenido al menos 14 hijos con distintas parejas, entre ellas la cantante Grimes y una alta ejecutiva de su firma tecnológica. No obstante, de acuerdo con el Wall Street Journal, algunos allegados al empresario aseguran que esa cifra podría ser apenas una fracción de su verdadera descendencia, alimentando las teorías sobre su proyecto de paternidad a gran escala.
Informaciones obtenidas por medios comunicación estadounidenses señalan que Musk ha contactado posibles madres a través de su red social X. Durante el embarazo de St. Clair, el empresario habría planteado incorporar más mujeres al proceso de gestación para acelerar su objetivo de ampliar su linaje. En mensajes internos, se refirió a su descendencia como una «legión», evocando las grandes unidades militares de la antigua Roma.
Esa idea está alineada con una visión personal en la que la baja natalidad representa una amenaza para el futuro de la civilización. Según personas cercanas a su entorno, Musk busca contrarrestar esa tendencia alentando el nacimiento de individuos con altas capacidades intelectuales, apoyado por acuerdos privados y recursos personales que respalden su causa poblacional.
Los aspectos financieros y de confidencialidad asociados a estos acuerdos son manejados por un equipo cercano a Musk, que prioriza el resguardo de la privacidad y seguridad de los menores. Mientras su proyecto poblacional cobra notoriedad, nuevas revelaciones sobre estos vínculos empiezan a emerger, alimentando el interés por la vida personal del magnate tecnológico más influyente del mundo.
