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Boeing podría eludir cargos penales por problemas con el 737 Max 8 

Washington D.C. – El departamento de justicia de estados unidos está considerando permitir que Boeing evite un proceso penal por violar los términos de un acuerdo de 2021 relacionado con los problemas del modelo 737 Max 8 que provocaron dos accidentes aéreos mortales en 2018 y 2019, según fuentes familiarizadas con las discusiones. 

De acuerdo con las fuentes, el departamento tomará una decisión sobre el caso a finales de este junio, pero vale la pena destacar que aún no se ha tomado una decisión final, y no se descarta la posibilidad de presentar cargos contra Boeing o negociar un posible acuerdo de culpabilidad en el que la empresa admita cierta responsabilidad. 

Cualquier resolución negociada podría incluir el nombramiento de un monitor independiente para supervisar los protocolos de seguridad de Boeing. Ofrecer a la compañía un acuerdo de procesamiento diferido, comúnmente utilizado para imponer obligaciones de seguimiento y cumplimiento a empresas acusadas de delitos financieros o corrupción, evitaría las incertidumbres de un juicio penal. Sin embargo, esta decisión podría enfurecer a las familias de las víctimas de los accidentes recientes, que desean que Boeing asuma plenamente la responsabilidad por sus fallas de seguridad. 

En mayo, los fiscales federales informaron que Boeing había violado un acuerdo previo de procesamiento diferido al no establecer y mantener un programa para detectar y prevenir violaciones de las leyes antifraude de Estados Unidos. Este acuerdo se alcanzó en 2021, después de que Boeing admitiera que dos de sus empleados habían engañado a los reguladores federales de seguridad aérea sobre una pieza crucial de los dos accidentes. La violación de este acuerdo permite al departamento de justicia presentar cargos penales, pero algunos funcionarios del departamento han expresado preocupación sobre los riesgos legales de procesar a Boeing. 

Renunciar a un proceso penal sería una victoria para Boeing y sus clientes, empleados y accionistas, dado que una demanda de este tipo ha obligado a otras empresas a declararse en quiebra en el pasado. Un ejemplo notable es Arthur Andersen, una antigua firma de contabilidad que colapsó después de ser condenada por obstrucción de la justicia en el escándalo de Enron en 2001. La desaparición de Arthur Andersen sirve como recordatorio del impacto devastador que un procesamiento penal podría tener en Boeing, una empresa fundamental para la industria de la aviación estadounidense. 

Si Boeing fuera declarado culpable de un delito grave de fraude, podría verse impedido de recibir contratos gubernamentales, incluidos los militares, que representan una parte importante de sus ingresos. Esto sería otro golpe para una compañía que ha estado lidiando con importantes problemas de calidad y seguridad. En enero, un panel en un avión Boeing 737 Max 9 operado por Alaska Airlines explotó en pleno vuelo, exponiendo a los pasajeros al aire exterior a miles de pies sobre el suelo. 

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