Sube el precio de la gasolina: A partir del 1 de julio, el impuesto estatal aumentará 6 centavos por galón, con incrementos adicionales de 2% cada año.

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Olympia, WA — Los legisladores de Washington aprobaron este fin de semana un presupuesto de $78 mil millones para el bienio 2025-2027.

Los líderes estatales aseguran que este plan protege servicios esenciales, aumenta la inversión en educación y vivienda, y prepara al estado para un entorno económico incierto.

Pero, si miramos más de cerca, el costo de este presupuesto recaerá, una vez más, sobre la clase media y la clase trabajadora.

¿Cómo sabemos esto?

Aunque evitaron aplicar nuevos impuestos directamente a los multimillonarios, sí aprobaron medidas que afectarán el bolsillo de todos:

Aumento del precio de la gasolina: A partir del 1 de julio, el impuesto estatal sube 6 centavos por galón, seguido de un aumento automático del 2% anual. Esto impacta directamente a trabajadores, familias y a quienes viven en zonas rurales. Nuevos impuestos sobre servicios tecnológicos: Plataformas digitales, software y asesorías tecnológicas estarán sujetas a impuestos, lo que podría aumentar costos para pequeñas empresas y consumidores comunes. Incremento del impuesto sobre ganancias de capital: Se eleva el impuesto que pagan inversionistas adinerados al vender acciones o propiedades, uno de los pocos impuestos más progresivos que sí se aprobó. Nuevos recargos a grandes empresas: Se aplica un recargo extra a compañías con más de $250 millones en ingresos estatales. Nuevo impuesto a créditos de vehículos eléctricos: Una medida que apunta directamente a empresas como Tesla, propiedad de Elon Musk.

¿En qué recortaron el presupuesto?

Mientras suben los impuestos, también se aplican recortes importantes:

Cierra la Rainier School, una institución estatal que atendía a personas con discapacidades en Buckley. Recortes en servicios de salud mental, en un momento de alta demanda de apoyo psicológico y de tratamiento de adicciones. $5,900 millones en recortes generales a lo largo de cuatro años, aunque el detalle completo de todos los programas afectados no ha sido explicado de manera pública.

¿Quiénes ganan y quiénes pierden?

Ganan:

Las escuelas públicas, especialmente en educación especial, con nuevos fondos y eliminación de topes de cobertura. Las agencias de policía locales, que recibirán $100 millones en fondos para contratar más oficiales. Los programas de vivienda pública, con inversiones históricas en el Fondo Fiduciario de Vivienda. El propio estado, que protege su Fondo de Reserva para futuras emergencias.

Pierden:

Familias trabajadoras, que enfrentarán aumentos en la gasolina, en servicios y en el costo general de vida. Personas con discapacidades, que perderán servicios especializados. Usuarios de servicios de salud mental que verán recursos reducidos. Pequeños negocios y consumidores, afectados por nuevos impuestos en servicios digitales.

Un presupuesto marcado por amenazas federales

Más allá del déficit local, el estado de Washington enfrenta amenazas externas:

Casi el 28% de su presupuesto depende de fondos federales, y el gobernador Bob Ferguson advirtió que una futura administración de Donald Trump podría recortar o retener esos fondos como represalia política.

Por eso, el presupuesto fue diseñado para:

Ahorrar recursos. Proteger el Fondo de Reserva (“Rainy Day Fund”). Prepararse para resistir un golpe financiero que podría afectar servicios básicos.

En palabras de Ferguson:

“No voy a permitir que el estado que amo quede a merced financiera de Donald Trump y Elon Musk,” dijo al agradecer a los legisladores por atender su llamado a proteger las reservas.

Un camino lleno de tensiones

Aunque Ferguson logró que se incluyeran muchas de sus prioridades —como el fondo de $100 millones para contratar policías y el aumento de la inversión en K-12—, su relación con algunos legisladores demócratas fue tensa.

Miembros de su propio partido criticaron que el gobernador no luchara más fuerte por aprobar un impuesto al patrimonio y otros cambios fiscales más progresivos.

El proceso legislativo también dejó grietas internas en su administración, tras la renuncia de varios miembros de su equipo legislativo en medio de denuncias de ambiente laboral tóxico.

A pesar de todo, Ferguson celebró que, aunque el presupuesto requirió decisiones difíciles, se logró proteger servicios críticos sin vaciar el Fondo de Reserva.

En resumidas cuentas:

Este presupuesto trae avances importantes en educación, vivienda y transporte.

Pero también traslada nuevos costos a las familias trabajadoras, mediante el aumento de impuestos indirectos como el de la gasolina y los servicios digitales.

Y aunque se logró proteger al estado ante posibles amenazas federales, quienes sostienen gran parte de la carga siguen siendo las personas que cada día trabajan, consumen y luchan por salir adelante en Washington.

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