Condado Gaines, TX – En medio de un alarmante brote de sarampión que se extiende rápidamente por el suroeste de Estados Unidos, el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., realizó el domingo una visita a Seminole, Texas, considerado el epicentro de los casos. Su presencia coincidió con el funeral del segundo niño fallecido a causa de complicaciones asociadas al virus, ambos menores no estaban vacunados.
Kennedy compartió en redes sociales que se reunió con familias afectadas en el condado Gaines, donde el brote ha impactado especialmente a comunidades religiosas con baja cobertura de vacunación. Aunque no participó en la conferencia de prensa de los CDC celebrada ese mismo día, afirmó estar colaborando con las autoridades para contener la expansión del virus. En su publicación, reconoció que la inmunización sigue siendo una herramienta efectiva para prevenir nuevos contagios.
Hasta ahora, Texas ha reportado cerca de 500 casos, con contagios vinculados en estados vecinos como Nuevo México, Oklahoma, Kansas y también en el norte de México. Las autoridades de salud confirmaron tres muertes relacionadas con el brote: dos niños y un adulto, ninguno estaba vacunado. Además, entre el 28 de marzo y el 4 de abril, los casos se incrementaron en más de 80 y 16 personas requirieron hospitalización.
El brote ha reavivado la preocupación sobre las tasas decrecientes de vacunación infantil en el país. Figuras políticas como el senador Bill Cassidy han urgido a los funcionarios de salud a emitir mensajes más firmes a favor de la vacunación, mientras que expertos en salud pública advierten que la desinformación, incluyendo el uso sin control de suplementos de vitamina A como tratamiento— está debilitando la respuesta al brote y generando riesgos adicionales.
La propagación del virus, sumada a la reticencia de sectores de la población a vacunarse, plantea el riesgo de que Estados Unidos pierda su estatus de país libre de sarampión. Según los CDC, el virus puede permanecer en el aire por hasta dos horas y es altamente contagioso. Las autoridades instan a la población a buscar orientación médica y vacunarse para contener la propagación de una enfermedad que, si bien prevenible, puede ser mortal.