Washington D.C. – La Corte Suprema de Estados Unidos intervino para suspender temporalmente el plazo fijado por una jueza federal que ordenaba el regreso de un ciudadano salvadoreño, deportado por error pese a una orden judicial que le permitía permanecer en el país. La medida, impulsada por el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, otorga más tiempo para revisar los argumentos legales antes de tomar una decisión definitiva.
Kilmar Armando Ábrego García, residente legal en Maryland, fue expulsado del país pese a que una corte había determinado que regresar a El Salvador podría poner su vida en peligro. La administración Trump insiste que Ábrego García tiene vínculos con organizaciones criminales, aunque no ha sido condenado por cargos relacionados con pandillas.
El gobierno presentó una solicitud de emergencia a la Corte Suprema para anular el plazo de regreso impuesto por la jueza federal Paula Xinis, argumentando que dicha orden interfiere con la autoridad del presidente en asuntos de política exterior. La jueza había exigido que Ábrego García fuera devuelto a más tardar la medianoche del lunes.
Pese a la insistencia de la administración, el Tribunal de Apelaciones del Cuarto Circuito rechazó bloquear la orden judicial. La defensa de Ábrego García sostiene que su deportación fue consecuencia de un error administrativo, y que agentes de inmigración le informaron incorrectamente sobre un supuesto cambio en su estatus migratorio.
El caso tomó notoriedad cuando su esposa, ciudadana estadounidense, lo reconoció entre los detenidos que aparecían en un reportaje televisivo sobre el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), una prisión salvadoreña conocida por albergar presuntos miembros de pandillas. El Departamento de Justicia admitió públicamente que la deportación fue un fallo del sistema, mientras la administración Trump dice que es muy poco que se puede hacer pues Ábrego García no está en el país, y Estados Unidos no tiene jurisdicción en El Salvador.