San Francisco – Un juez federal en California ordenó este lunes frenar temporalmente los planes del gobierno de eliminar el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) para más de 350,000 venezolanos, ofreciendo un alivio crucial a pocos días de que expirara su protección migratoria.
El TPS es un programa que otorga permiso de residencia y trabajo temporal a personas provenientes de países que enfrentan conflictos armados, desastres naturales u otras condiciones extraordinarias que dificultan su regreso seguro. En el caso de Venezuela, la protección fue otorgada en respuesta a la crisis política, económica y humanitaria que vive el país.
La orden del juez Edward Chen, del Distrito Norte de California, responde a una demanda presentada por abogados de la National TPS Alliance y beneficiarios del programa en todo el país. En su fallo, el juez concluyó que eliminar el TPS en este momento “amenaza con infligir un daño irreparable a cientos de miles de personas cuyas vidas, familias y medios de sustento se verían severamente interrumpidos”, según reportó The Associated Press.
Además, Chen cuestionó la reciente decisión de la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien anunció que también pondrá fin al TPS para unos 250,000 venezolanos adicionales en septiembre. El juez consideró que las acciones del gobierno carecen de justificación legal y podrían estar motivadas por prejuicios inconstitucionales.
“La administración no ha identificado ningún daño real que justifique terminar el TPS para los venezolanos”, escribió Chen, subrayando que los demandantes probablemente demostrarán que la decisión es “arbitraria, caprichosa y no autorizada por la ley”.
El fallo tiene alcance nacional, lo que significa que, por ahora, los beneficiarios venezolanos del TPS podrán mantener su estatus mientras el caso continúa su curso en los tribunales.
Para miles de familias venezolanas que han echado raíces en Estados Unidos mientras su país de origen atraviesa una de las peores crisis de su historia, esta decisión representa una pausa esperanzadora en medio de la incertidumbre.
