Houston, TX – Hace tres décadas, la música latina sufrió una de sus pérdidas más devastadoras con el asesinato de Selena Quintanilla-Pérez, la icónica «Reina del Tex-Mex». La tragedia ocurrió a manos de Yolanda Saldívar, una persona de confianza en su círculo cercano. Ahora, tras cumplir 30 años en prisión, Saldívar tiene la posibilidad de obtener la libertad condicional, lo que ha reabierto el debate sobre su caso y el impacto del legado de la cantante.
Selena, quien conquistó al público con su carisma y su inconfundible estilo musical, fue asesinada el 31 de marzo de 1995 en un motel de Corpus Christi, Texas. El disparo mortal provino de Saldívar, quien en ese momento era la presidenta de su club de fans y administraba sus boutiques. La cantante había acudido a su encuentro tras descubrir irregularidades financieras, un enfrentamiento que terminó en tragedia.
El juicio de Saldívar, realizado en Houston para evitar la influencia de la intensa cobertura mediática, concluyó con una condena a cadena perpetua por asesinato en primer grado. Sin embargo, la sentencia incluía la posibilidad de solicitar la libertad condicional después de 30 años, un plazo que se cumple este 2025. Su caso ya está bajo revisión por parte de la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas, aunque aún no hay una fecha exacta para el veredicto.
Si la solicitud que será revisada el domingo 30 de marzo, es rechazada, la reclusa deberá esperar entre uno y cinco años para volver a presentar su caso. En cambio, si se le concede la libertad, deberá cumplir con ciertas condiciones. Este proceso mantiene en vilo a los seguidores de la artista, quienes consideran que su legado sigue vigente y su asesinato, inolvidable.
A pesar de su partida, Selena continúa siendo una figura trascendental en la música y la cultura latina. Su impacto se refleja en la admiración de nuevas generaciones, en los homenajes que ha recibido a lo largo de los años y en el cariño intacto de su público. Mientras el destino de Saldívar se define, la memoria de la cantante sigue brillando con fuerza, recordándonos el talento, la pasión y el carisma de una artista que dejó una huella imborrable.
