Olympia, WA – Dos sismos sacudieron el oeste de Washington con pocas horas de diferencia el jueves 27 de febrero. El primero, de magnitud 2.8, ocurrió en la madrugada en Bremerton, mientras que el segundo, de magnitud 3.2 se registró por la tarde al noreste de Fall City, en el condado King. Según la Red Sísmica del Pacífico Noroeste (PNSN), el temblor más reciente pudo sentirse en zonas como Renton y Gold Bar.
Estos eventos forman parte de una serie de movimientos telúricos recientes en la región. El 22 de febrero, un sismo de magnitud 3.4 sacudió Auburn, y un día antes, un temblor de 4.8 se registró cerca de la Columbia Británica. Washington es una de las zonas con mayor actividad sísmica en Estados Unidos debido a su ubicación geológica.
La actividad sísmica en la región se debe a la interacción de la placa de Juan de Fuca y la placa continental de América del Norte, un proceso conocido como la zona de subducción de Cascadia. En esta zona, la placa oceánica se desliza debajo de la continental, acumulando tensión que eventualmente se libera en forma de terremotos.
Según el Departamento de Recursos Naturales (DNR), el estado experimenta movimientos sísmicos diariamente, aunque la mayoría son imperceptibles. Existen tres tipos principales de terremotos en la región: los superficiales, que ocurren en fallas cercanas a la superficie; los profundos, que resultan del deslizamiento de una placa bajo otra; y los de subducción, que pueden liberar grandes cantidades de energía y representar un riesgo significativo.
Autoridades y expertos recomiendan a la población mantenerse informada y preparada ante la posibilidad de un terremoto mayor. La actividad sísmica en el oeste de Washington es constante y, aunque la mayoría de los temblores no son destructivos, los especialistas advierten sobre la importancia de estar alerta ante posibles eventos de mayor magnitud.
