La ciudad de Cle Elum, tomo la drástica decisión de declararse en quiebra luego de un fallo judicial que la obliga a pagar más de 22 millones de dólares a la empresa City Heights Holdings, LLC (CHH).
La resolución fue aprobada en una reunión del Concejo Municipal la noche del martes 28 de enero en respuesta a una disputa de desarrollo inmobiliario que se remonta a más de una década. Con un presupuesto anual de apenas 5 millones de dólares, la ciudad no tiene capacidad financiera para cubrir el monto exigido.
El conflicto inició en 2011 cuando la ciudad y CHH firmaron un acuerdo para la construcción de una comunidad planificada de 950 viviendas en un terreno de 358 acres. Con los efectos de la crisis económica de 2008 aún presentes, el proyecto quedó en pausa y no fue hasta 2019 que la empresa decidió reanudarlo. A partir de ese momento, surgieron discrepancias entre ambas partes respecto a los permisos de construcción y la interpretación de los términos contractuales.
CHH argumentó que Cle Elum retrasó deliberadamente la aprobación de los permisos con la intención de renegociar condiciones más favorables para el municipio, a pesar de haberse establecido previamente un proceso de permisos acelerado. Finalmente, un juez falló a favor de la empresa, determinando que la demora en el desarrollo constituyó una violación contractual, lo que resultó en pérdidas económicas para la empresa.
Durante la sesión del Concejo, algunos residentes manifestaron su preocupación por las consecuencias de la quiebra, incluyendo posibles impactos en los valores de las propiedades y en los servicios municipales. Representantes legales de CHH también estuvieron presentes y advirtieron sobre los efectos de un proceso de bancarrota, señalando que todos los aspectos financieros de la ciudad quedarían expuestos y que se evaluarían medidas drásticas para reducir gastos.
Pese a la oposición de algunos concejales, la mayoría respaldó la quiebra como la mejor opción para mantener cierto control sobre el proceso de pago. La resolución aprobada faculta al alcalde Matthew Lund a contratar asesoría legal especializada y presentar el caso ante un tribunal de bancarrotas, con el objetivo de establecer un plan de reestructuración financiera para la ciudad.
