Última actualización el 10 de enero de 2025
Ciudad de México – La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó el viernes 10 de enero, un ambicioso plan llamado “Sí al desarme, sí a la paz”. Esta iniciativa busca retirar armas de los hogares mexicanos mediante un esquema de intercambio por dinero en efectivo y fomentar una cultura de no violencia. El programa también promueve el canje de juguetes bélicos por alternativas educativas y recreativas. El programa tuvo su arranque oficial en la icónica Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México, bajo un enfoque de unidad y esperanza.
Durante el evento inaugural, Sheinbaum enfatizó que este esfuerzo no investigará la procedencia de las armas entregadas, garantizando un proceso totalmente anónimo. “Queremos que las familias mexicanas vivan sin el riesgo que representan las armas en los hogares. Nuestro objetivo es construir un país más seguro y en paz”, destacó la mandataria. Este proyecto es parte de su estrategia integral de seguridad, que incluye atención a las causas de la violencia, fortalecimiento de la Guardia Nacional, inteligencia para combatir el crimen organizado y mayor coordinación entre los niveles de gobierno.
Menos Asesinatos en la nueva administración
Datos recientes del gabinete de seguridad revelan un descenso en los índices de homicidios dolosos durante los primeros meses de la administración de Sheinbaum. Según las cifras, el promedio diario de asesinatos se redujo de 87 casos en septiembre a 73 en diciembre. Además, el gobierno subrayó que la mayoría de las armas confiscadas en el país, cerca del 74 %, provienen de Estados Unidos, lo que refuerza la relevancia de la iniciativa.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, explicó que el programa se desplegará en iglesias de diferentes denominaciones y a través de brigadas que recorrerán comunidades de todo el país. “El personal militar recibirá y destruirá las armas entregadas de forma inmediata, sin cuestionamientos, y a cambio, se otorgará una compensación económica basada en un tabulador oficial”, detalló Rodríguez.
Tregua aparente entre el gobierno y la iglesia
El evento también marcó un acercamiento simbólico entre el gobierno federal y la Iglesia católica, tras diferencias previas relacionadas con la violencia en México. El rector de la Basílica de Guadalupe, Efraín Hernández, destacó la relevancia del proyecto, calificándolo como “un paso firme hacia la unidad y la paz”. Su mensaje resonó entre los asistentes como un llamado a la esperanza y al compromiso colectivo por un México más seguro.
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