Washington D. C. – El presidente Joe Biden firmó el miércoles 2 de octubre una nueva legislación que exime de las revisiones ambientales federales a ciertas instalaciones de fabricación de semiconductores en Estados Unidos que reciben subsidios gubernamentales. Esta medida busca acelerar la implementación de proyectos financiados bajo la Ley CHIPS de 2022, valorada en 52.700 millones de dólares.
Sin esta legislación, los proyectos podrían haber enfrentado revisiones ambientales adicionales conforme a la ley de política ambiental nacional de 1969, lo que habría podido retrasar significativamente los permisos necesarios para su avance. Los defensores de la ley aseguran que estos proyectos ya cumplen con las regulaciones ambientales pertinentes.
A pesar de este respaldo, grupos ambientalistas como el sierra club advierten sobre la importancia de las revisiones, afirmando que son esenciales para proteger a las comunidades y trabajadores de contaminantes peligrosos. La Casa Blanca, sin embargo, ha asegurado que mantendrá su compromiso de garantizar el cumplimiento de los estándares ambientales a pesar de la exención.
Sin embargo, el departamento de comercio ha asignado más de 35.000 millones de dólares a 26 proyectos, con un enfoque notable en compañías como Samsung, Intel, TSMC y Micron Technology. La asociación de la industria de semiconductores había advertido que las revisiones podrían haber retrasado proyectos en marcha, lo que habría afectado la producción nacional.
Esta legislación fue coescrita por los senadores Mark Kelly y Ted Cruz, quienes destacaron la importancia de agilizar los permisos para revitalizar la industria de semiconductores en Estados Unidos. A pesar de los elogios, la representante Zoe Lofgren expresó su preocupación, recordando los impactos negativos de la fabricación previa en California.
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