Última actualización el 14 de noviembre de 2024
Nueva Orleans, LA – El huracán Francine avanzó el miércoles hacia Nueva Orleans y la costa del Golfo, paralizando una cuarta parte de la producción de petróleo y gas en la región. Ante la amenaza de fuertes vientos y lluvias torrenciales, en diversas localidades de Luisiana emitieron órdenes de evacuación obligatorias.
Según el centro nacional de huracanes de Estados Unidos, el huracán Francine, un huracán de categoría 1, se encontraba a unas 150 millas (240 kilómetros) al suroeste de Morgan City, Luisiana. Con vientos de 90 mph (145 kilómetros por hora), la tormenta se dirigía hacia el noreste, y se esperaba que tocara tierra en el centro-sur de Luisiana el miércoles por la noche.
El gobernador de Luisiana, Jeff Landry, declaró el estado de emergencia en previsión de la tormenta e instó a los residentes a tomar las precauciones necesarias. Durante una conferencia de prensa, Landry advirtió: “Está a la vuelta de la esquina. Cuando pase la tormenta, por favor, permanezcan en el lugar. No pisen la carretera”.
Las autoridades emitieron alertas de marejadas ciclónicas que podrían alcanzar hasta 10 pies (3 metros) a lo largo de la costa del Golfo de Luisiana, Mississippi y Alabama. Mientras tanto, en Nueva Orleans, se distribuyeron sacos de arena para ayudar a los residentes a proteger sus propiedades, y varias organizaciones benéficas suspendieron sus actividades de distribución de suministros debido a la proximidad de la tormenta.
La industria energética también se vio afectada, con la evacuación de plataformas de perforación en el Golfo de México, lo que dejó fuera de servicio aproximadamente una cuarta parte de la producción de energía. Se espera que la tormenta ponga a prueba las plantas de exportación de gas natural licuado recientemente construidas en la región, que alberga alrededor del 15% de la producción de petróleo de Estados Unidos y el 2% de la producción de gas natural.
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