Última actualización el 14 de noviembre de 2024
Ciudad de México – El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció el martes 27 de agosto, que ha decidido “poner en pausa” las relaciones con las embajadas de Estados Unidos y Canadá, después de que ambos países expresaran preocupaciones sobre una propuesta de reforma judicial en México. La reforma, que se encuentra en proceso de discusión, ha sido criticada por diversos sectores, incluyendo a los gobiernos estadounidense y canadiense, por considerarla una amenaza a la independencia del poder judicial.
López Obrador no especificó qué implicaría esta “pausa” en términos diplomáticos, un término que no se utiliza en los códigos diplomáticos formales. Hasta el momento, la secretaría de relaciones exteriores de México no ha emitido ningún comentario al respecto. La propuesta de reforma judicial incluye la elección popular de jueces, una medida que ha sido criticada por analistas y observadores internacionales, quienes advierten sobre el riesgo de politización en el sistema judicial.
En días recientes, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, calificó la propuesta como un “riesgo” para la democracia y para las relaciones comerciales entre ambos países, lo que generó una respuesta enérgica de López Obrador, quien acusó a Estados Unidos de interferir en los asuntos internos de México. López Obrador sugirió que los comentarios de Salazar podrían haberse originado en el departamento de estado de Estados Unidos y expresó su deseo de que se respete la soberanía de México.
Por su parte, el gobierno de Canadá también ha manifestado preocupaciones similares respecto a la reforma judicial, lo que llevó a López Obrador a criticar igualmente al gobierno canadiense por lo que considera una injerencia en asuntos internos de México. A pesar de estas tensiones, la secretaria de relaciones exteriores de México, Alicia Bárcena, señaló que la relación trilateral sigue siendo una prioridad y que las interacciones continúan con normalidad.
La “pausa” diplomática anunciada por López Obrador se produce en un contexto de crecientes tensiones entre México y sus principales socios comerciales. Esta decisión llega también en un momento clave, ya que López Obrador está a punto de concluir su mandato, con la presidenta electa Claudia Sheinbaum preparada para asumir el cargo el próximo 1 de octubre.
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