Condado de Whatcom, WA – El grupo de trabajo contra pandillas y drogas de Whatcom (WGDTF) incautó la semana del 9 de agosto, más de 70 libras de diversos narcóticos y $60,000 en ganancias del tráfico de drogas durante una operación que resultó en la desarticulación de una organización criminal con base en Everett, Washington.
La organización estaba presuntamente dirigida por Mikel Escandon-Tibillin, de 37 años, quien supervisaba una célula de distribución de drogas que operaba en el condado de Whatcom y distribuía sustancias como fentanilo, cocaína, heroína y metanfetamina, indicaron las autoridades el miércoles 7 de agosto.
Las autoridades dieron a conocer que comenzaron la investigación en mayo de 2024, cuando detectaron actividades sospechosas relacionadas con un individuo de Bellingham, Austin Grimme, de 34 años, quien estaba vinculado a Escandon-Tibillin. Durante la operación, se descubrieron armas de fuego automáticas fabricadas con impresoras 3D en la residencia de Grimme, quien fue arrestado por posesión de sustancias controladas y armas ilegales.
La investigación posterior reveló que la red de distribución funcionaba como un servicio de despacho, en el cual los pedidos de drogas se realizaban por teléfono y eran entregados por mensajeros. El 5 de agosto, Escandon-Tibillin y Ruiz Bomboza, de 22 años, fueron arrestados en un estacionamiento de Bellingham mientras realizaban una transacción de narcóticos. En su vehículo se encontraron grandes cantidades de fentanilo, metanfetamina, cocaína y heroína.
Al día siguiente, se llevaron a cabo registros en dos apartamentos en Everett, donde se confiscaron 24 libras de polvo mezclado con cocaína o fentanilo, 32 libras de pastillas sospechosas de contener fentanilo, 12 libras de metanfetamina, 3 libras de heroína y más de $60,000 en ganancias del tráfico de drogas. Edwin Vite Delgado, de 26 años, y Katerin Arangure-Arangure, de 26, fueron arrestados durante los registros y enfrentan cargos por posesión y distribución de narcóticos.
El sheriff del condado de Whatcom, Donnell «Tank» Tanksley, destacó el aumento en las actividades de tráfico de drogas en la región y subrayó la importancia de la colaboración entre agencias locales y federales para combatir estas organizaciones. La operación involucró a múltiples agencias, incluidas la oficina del sheriff del condado de Whatcom, el departamento de policía de Bellingham, y la administración de control de drogas, entre otras.
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