Washington D.C. – Un hombre paquistaní con presuntos vínculos con Irán ha sido acusado en Estados Unidos en relación con un complot frustrado para asesinar a un político o funcionario del gobierno estadounidense, según informó el martes 6 de agosto, el departamento de justicia.
El hombre identificado por las autoridades de Estados Unidos como Asif Merchant, de 46 años, intentó reclutar personas en Estados Unidos para llevar a cabo el complot en represalia por el asesinato del principal comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, Qassem Soleimani, en 2020, de acuerdo con una denuncia penal.
Merchant, quien según los fiscales pasó un tiempo en Irán antes de viajar a Estados Unidos, fue acusado de asesinato por encargo en un tribunal federal del distrito de Brooklyn, en Nueva York. Un juez federal ordenó su detención el 16 de julio, según los registros judiciales. «Durante años, el departamento de justicia ha estado trabajando agresivamente para contrarrestar los descarados e implacables esfuerzos de Irán para tomar represalias contra los funcionarios públicos estadounidenses por el asesinato del general iraní Soleimani», dijo el fiscal general Merrick Garland en un comunicado.
Los investigadores del FBI creen que el expresidente Donald Trump, quien aprobó el ataque con drones contra Soleimani, y otros funcionarios actuales y anteriores del gobierno estadounidense eran los objetivos previstos del complot, informó un medio de comunicación de Norteamérica, que indica que esta información vino de un funcionario estadounidense. Los documentos judiciales no mencionan los supuestos objetivos del complot. Merchant le dijo a un informante de las fuerzas del orden que habría «seguridad alrededor» de un objetivo, según la denuncia penal.
Un portavoz del departamento de justicia se negó a hacer más comentarios. No fue posible contactar inmediatamente a la campaña presidencial de Trump para que hiciera comentarios. La acusación subraya la constante preocupación por los esfuerzos de represalia iraníes en territorio estadounidense y destaca la vigilancia continua de las autoridades para proteger a los funcionarios públicos.
Este caso pone de manifiesto los riesgos que enfrentan los funcionarios estadounidenses y la necesidad de medidas de seguridad rigurosas para prevenir intentos de represalia. El departamento de justicia y el FBI continúan investigando y tomando medidas para garantizar la seguridad de los funcionarios públicos en Estados Unidos.
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