Última actualización el 14 de noviembre de 2024
La Paz, Bolivia – El miércoles 26 de junio, vehículos blindados impactaron contra las puertas del palacio de gobierno de Bolivia, mientras el presidente Luis Arce anunciaba que el país enfrentaba un intento de golpe de Estado. En un video difundido desde el palacio, Arce, rodeado de ministros, afirmó: “El país está frente a un intento de golpe de Estado. Aquí estamos, firmes en Casa Grande, para enfrentar cualquier intento de golpe. Necesitamos que el pueblo boliviano se organice”.
Durante la crisis, Arce confrontó al comandante general del ejército, Juan José Zúñiga, en los pasillos del palacio. Según un vídeo de la televisión boliviana, el presidente le ordenó: “Soy su capitán y le ordeno que retire a sus soldados y no permitiré esta insubordinación”. En declaraciones previas a los periodistas, Zúñiga indicó que “seguramente pronto habrá un nuevo gabinete de ministros” y que “por ahora” reconocía a Arce como comandante en jefe.
En un mensaje en su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter), Arce hizo un llamado a “respetar la democracia”, mientras la televisión mostraba dos tanques y varios militares frente al palacio de gobierno. En un video enviado a los medios, Arce, rodeado de funcionarios, declaró: “No podemos permitir, una vez más, intentos golpistas de quitar la vida a los bolivianos”.
El expresidente Evo Morales también se pronunció a través de X, denunciando el movimiento de militares en la plaza Murillo como un golpe de estado “en ciernes”. María Nela Prada, ministra de la presidencia, calificó la situación de “intento de golpe de Estado” y señaló que “el pueblo está en alerta para defender la democracia”, según declaró a la televisora local Red Uno.
El incidente ha provocado una ola de indignación entre líderes regionales, incluida la organización de Estados Americanos, el presidente chileno Gabriel Boric, líderes de Honduras y exmandatarios bolivianos. Bolivia, un país con 12 millones de habitantes, ha enfrentado intensas protestas debido a la crisis económica y a las tensiones internas dentro del partido gobernante, el Movimiento al Socialismo (MAS), a medida que se acercan las elecciones de 2025.
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